Capitulo 18

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Que significaba su sonrisa.

Aquella confianza que el emanaba, como si estuviera seguro de si mismo y sin más, se alejo de ella para reunirse con los demás.

No es que Megara lo odiara, pero no podía amar a aquel que quiso hacerle daño y aunque no hubiera logrado antes su objetivo, ahora ella se veía obligada a entregárselo en bandeja una vez casados.

Era mil veces mejor "Diablo conocido, que uno por conocer"....

Pero aun que fuese su esposo ella no perdería su espíritu, no había viajado tan lejos escapando de las reglas impuestas por la sociedad y su familia, como para estar bajo las reglas de un hombre y aunque esta fuera su ruina pues jamás seria como aquellos caballos salvajes que se dejan domar.

No estaba en su espíritu ser domada

- No esperes obediencia - dijo más para si misma que para el, puesto que ya era imposible que la escuchara - Nunca dejare de ser... - y con eso, se acerco al grupo solo para ver que hablaban sobre la modesta fiesta que se tendría que organizar ya que no querían que hubiera gente mal hablada, que luego creara rumores innecesarios sobre ellos o mejor dicho sobre Lord Campbell.

- Todo sera muy rápido...  si mis hombres llegar hoy con el sacerdote, realizaremos la Ceremonia al alba - Dijo Lord MacLea.

- Cuanto antes mejor, puesto que también sera la boda de la joven Eleonora y no queremos arruinar sus preparativos - Comento Lord Campbell.

Sentir envidia por no obtener la boda de sus sueños era inevitable... era una envidia sana, sentía felicidad al ver lo dichosa que se había comportado Eleonora hasta ahora.....pero a su vez pensaba que no importaba como fuera su boda, estaba bien, si no tendría al amor de su vida a su lado porque querría una boda ostentosa...

- Megara - llamo Lord MacLea - Deberías ir a descansar... y prepararte en caso de que lleguen pronto... May se encargara de ayudarte  - Escogió específicamente a May, porque conocía la cercana relación que ambas tenían y pensó que esto le serviría a Megara para relajarse un poco antes de su boda.

- Si, mi Lord - Dijo inconscientemente y se dirigió a su cuarto.

En la soledad de su cuarto aun sin desvestirse de recostó bajo las mantas de su diminuta cama. Esa ya no seria más su cama, ya no dormiría otra vez en ese cuarto una vez casada.

Este seria otro cambio al cual tendría que acostumbrarse, pero finalmente podría vengar la memoria de sus padres, por fin podría ver a su primo derrumbarse, tener miedo frente a ella y aunque le rogase no tendría piedad, porque el no se la había mostrado a sus padres.

* * * * *

"Pon cuidado ya que por fin veo que giras,

De lo duro a un poquito de nobleza

Pues la vida del soldado es muy estricta

Se la pasa entre designios y proezas...

Sin tiempo para el descanso

Sin amores sin amigos

Yendo a lugares extraños

Buscando desconocidos

Quitando vidas a diario

Sin tener claro motivo..."

(Fragmento "Sin Lastimas")

Despierto gracias a la suave voz de May, no se precisamente en que momento morfeo a venido a mi y me he quedado dormida.

- Meg, cariño ha llegado el sacerdote... es momento de que comiences a prepararte - dijo May, se notaba en su mirada que estaba triste por ella, pero aun así no se atrevía a decir lo que pensaba cosa que megara agradeció, no quería hablar y dudar a ultimo momento.

- Entonces - dijo levantándose de la cama - Sera mejor si comenzamos.. Entre antes comience todo, antes terminara - dijo mas para si que para Meg, era su forma de infundirse valor para lo que venia.

No sentía desagrado por la situación, eso ya había quedado atrás y es su lugar era remplazado por simple resignación y ansiedad porque todo eso terminara pronto. Hacia tiempo había dejado el el olvido, muy atrás a los que antes eran sus sueños y ahora ellos ya no eran su motivación.

Esto era lo que debía ocurrir, sin importar el como había llegado hasta aquí, era lo necesario ya que solo entonces podría comenzar con su plan de venganza.

Estaba muerta en vida...

Su única motivación era ver a su primo rogar piedad y aunque Megara sentía que una vez finalizado su propósito ya no tendría más motivo por el que vivir, no todo era tan fácil como ella pensaba, principalmente porque Daniel Campbell no era un hombre dispuesto a ser derrotado.

Mientras Megara terminaba de arreglarse con la ayuda de May tocaron a la puerta, sacando así a Megara de sus pensamientos.

- Esta todo listo, me han enviado a buscarlas - dijo Ana.

- En seguida baja - Dijo May y espero a que Ana cerrase la puerta- ¿Estas segura de esto Meg? - era comprensible su pregunta, sabia que May no quería verla sufrir.

- Estoy segura May - Y aunque no lo estuviera no se lo hubiera dicho jamás, no quería verla triste.

- En ese caso estoy feliz por ti cariño, espero que recibas el amor y cuidado que te mereces - dijo May dándole un leve abrazo.

- Así será May - y aunque no creía lo que decía Megara no pudo más que sonreír, había conocido a gente maravillosa que siempre permanecería en su corazón a donde fuese.

- Así debe ser, es lo que todos merecen... - dijo May con una pequeña lagrima en los ojos.

May que durante poco tiempo había conocido a Megara, esta se había ganado parte de su corazón y aunque no lo fuera empezaba a quererla como a una hija.

Por otro lado, Megara seguía pensado en las palabras que May había pronunciado "todos lo merecen", pero en ocasiones la vida es mas injusta con algunos que otro y no todas las mujeres que se casan llegan alguna vez a experimentar el amor con sus maridos.

- Vamos - dijo Megara, estaba decidida a no mirar atrás o arrepentirse por como estaban ocurriendo las cosas, no se detendría a pensar en lo injusta que ya era su vida.

- Vamos - concordó May.

Antes de salir, vio por ultima vez aquella habitación en la cual había permanecido poco tiempo, pero que le había entregado mas libertad que en toda su corta vida...

Aquí sellaba su pasado...

Aquí comenzaba su vida...

Es cosa de tiempo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora