Oh, mi amor es como una rosa roja
que florece en junio.
Mi amor es como una melodía
dulcemente interpretada.
Robert Burns. fragmento de "Una rosa roja, roja"
Frente a ella se aproximaban seis hombres fornidos y altos. La imagen era envidiable, aquellos hombres imponían respeto sin siquiera tenerlos cerca.
A medida que se iban acercando más Megara intentaba ver sus rostros, sin embargo no logro verlos ya que todos los llevaban cubiertos con un manto sobre sus cabezas. En cuanto llegaron el primero en hablar fue Lord MacLea.
- Lord Campbell, un honor tenerlo aquí..
El aludido bajo de su caballo y retiro la capa que cubría su rostro, los hombres que lo acompañaban también se bajaron de sus caballos pero no descubrieron sus rostros.
Verlo a el fue una sensación completamente diferente, no era bello y su cara representaba falsedad, como si no estuviera a gusto con tanto recibimiento.
A simple vista se veía un hombre cruel y rudo, pero aun así no podía dejar de mirarlo, se sentía cautivada por aquel hombre que ni siquiera conocía. Como aquellas niñas encaprichadas con algo nuevo, Megara debía mantenerse alejada de el... nada bueno saldría de eso.
- Lord MacLea, es un placer estar aquí, espero que mi visita inesperada no haya representado un problema para usted.
La voz de aquel hombre saco a Megara de sus pensamientos y se recluyo a un rincón apartado de los señores, para que estos pudieran hablar tranquilamente.
- Desde luego que no, estamos encantados con su repentina visita, llega usted en el mejor momento, vamos a celebrar la boda de mi hija Eleonora, dentro de dos días.
- Vaya, entonces me siento honrado de poder asistir a su boda mi lady - dijo esta vez centrándose en la dama.
- Gracias mi Lord... Deben estar hambrientos... -Eleonora trato de desviar el tema, se veía incomoda y no la culpaba tal vez ella también había caído bajo sus efectos.
-Tienes razón hija... Gladis guiará a sus hombres hacia sus aposentos y Megara lo guiará a usted Lord Campbell, hágame saber si algo no es de su gusto... los estaremos esperando en el comedor, de seguro querrá tomar un baño - señaló Lord MacLea haciendo una reverencia e indicándoles que sugieran su camino con la mano.
-La verdad es que agradecería un baño, hace días que viajo y no he podido comer o descansar bien y desde luego a mis hombres también necesitan de un baño.
- Desde luego... Gladis, guía a estos hombres.
-Si mi Lord....Seguidme - dijo Gladis dirigiéndose a los hombres, quienes se dispusieron a juntar sus cosas para llevarlas.
-Por aquí por favor, luego vendrá alguien por sus pertenecías - Megara estaba nerviosa, hacer ese trabajo y verse reducida a un sirviente personal, entendiéndose que no solo la ofrecían para atender sus necesidades de la vida diaria, sino que también sus necesidades personales.
Mientras Megara guiaba a Lord Campbell cayó en cuenta de que ella iba a tener que encargarse de su baño, el rubor cubrió sus mejillas, ella no había sido educada para ese tipo de cosas, este trabajo no es algo para lo cual ella estuviera preparada, ni siquiera mentalmente.
Lo guió todo el camino hasta la habitación en silencio, solo se encargó de señalarle donde se encontraba el comedor, para cuando él estuviera listo para bajar a cenar. Al llegar a la entrada de su cuarto abrió ambas puertas, para darle una vista más amplia de este.
-Encargare a que traigan su baño enseguida mi Lord, desea que le prepare alguna otra cosa -Megara creyó que al decir esto podría enviar a alguien más por su baño... de seguro alguna de las chicas hubiese estado más que dichosa de complacerlo. Se creyó salvada cuando dos sirvientes entraron al cuarto con las escasas pertenecías del Lord.
-Tú te encargarás de mi baño - sentenció mirándola directamente a los ojos.
No eran buenas intenciones las que veía en sus ojos.
Con esas palabras murió la esperanza.
Estaba perdida.
En ese momento moriría su inocencia, sin poder negarse a ello.
- Si mi Lord, ¿desea que le prepare algún aroma en especial? - no podía contradecir las palabras de un Lord siendo nadie, como lo era ahora.
-El que más te guste- señaló como si no fuese un tema importante.
-Si mi Lord.
Estaba aterrada y no había mejor palabra para describir el sentimiento de Megara en ese momento.Temblaba mientras se dirigía hacia la cocina.
Lloro en cuanto llego a esta, su cara de pesar y desolación le dio a entender a todos los presentes la situación.-Que ha pasado- preguntó May
- Tengo miedo - fue todo lo que dijo.
-Ven cariño- dijo May y la llevó hacia su habitación que era la habitación contigua de la cocina.
-¿Que te ha dicho?
- Quiere que me encargue de su baño.
- Tranquila niña no llores... se marcará tu cara, por el momento solo ha pedido un baño.
-Debiste ver su cara May.
Ambas sabían el motivo del llanto de Megara, era un miedo que podía no ser infundado meramente por la sospecha, y al ser ella una joven pura, tenía miedo no solo a perder eso, si no que a las atrocidades que había escuchado que ocurrían en el lecho.
-Todo estará bien mi niña- fue la mentira que pronunció May, porque nada podían hacer unas simples sirvientas para impedir que se aprovecharan de ellas, por eso ella misma se había encerrado en la cocina años atrás.

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Es cosa de tiempo.
Fiksi SejarahCuando sientes que no encajas ni siquiera en tu cuerpo, pasas constantemente mirando hacia el suelo, escapando de todos incluso de ti misma, Megara estaba decidida a no intentar más o a intentar con todas sus fuerzas... pero seguir la corriente y so...