La comida estaba lista, solo debía llevarla al salón y volver.
- Listo Megara, lleva la comida.
- Gracias - dijo recibiendo la bandeja que May le ofrecía.
- No dejes que sepa que te afecto - le dijo a modo de consejo.
- Gracias May - Para ella May traía el recuerdo de su madre perdida, el amor y forma en que profesaba las cosas, siempre lleno de amor y comprensión.
Ella era su confidente y pese al poco tiempo que llevaba conociéndola podía decir que seria una persona muy importante en su vida.
En su recorrido al comedor Megara se repetía una y otra vez que por favor no la retuviera, que por favor nadie se fijara el ella y que pasara inadvertida. Pero pese a que rogó que todo terminara rápido, el destino tenia otras cosas planeadas para ella.
En el comedor todos continuaban sentados a la mesa debido al reciente llegado, estaban tan concentrados en la conversación que Megara se sintio aliviada pensando que realmente iba a pasar desapercibida.
- Porque te ha tomado tanto tiempo llegar aquí Jonh- Preguntaba Lord Campbell.
- He tenido que desviar el camino, debido a unos asaltantes.
- ¿Asaltantes?- pregunto Lord Neil.
Había esperado pasar desapercibida, pero...
- Si, yo.... Meg - pregunto con extrañeza el recién llegado.
- John- fue lo único que logro decir.
- Oh por dios - dijo levantándose de su silla - Meg, estas viva - dijo con asombro.
- Yo..- no sabia que decir, todos la miraban interrogantes, esperando que ella respondiera.
- Supe lo que paso con tus padres y que luego habias quedado bajo la tutela de tu primo, Lord Robert.
- ¿Lord? - Esta vez fue interrumpido por Lord Campbell y Eleonora que miraban expectantes.
Y sin más cual damisela en peligro, se desmayó.
* * * * *
Decir que todo se había solucionado seria mentir, ahora todos sabrían quien seria ella. podían creerle y ayudarla o simplemente pedirle cordialmente que se fuera de su hogar, por haber sido una mentirosa todo este tiempo.
No había otra forma de ser, no podía preguntarse que hubiera pasado si. La habían descubierto y la verdad, pese a tener miedo también estaba aliviada, al menos hora ya no debería fingir ser algo que no era, aunque cuando despertara siguiera trabajando como sirvienta, al menos las personas que la rodean sabrían quien es, o tal vez debía decir quien era ella.
* * * * *
- Creo que esta despertando- dijo Eleonora.
- Ana, trae una infusión por favor - pidió Lord MacLea.
- Denle un poco de espacio - dijo John a los presentes - Meg cuidado, yo te ayudo - agrego, levantándola del suelo.
Lord Campbell miraba la situación con cierto desagrado, porque su amigo conocía a esa mujer, porque la trataba con tanta familiaridad, nada propio fuera del matrimonio. Muchas preguntas reinaban en su cabeza, así como también un sentimiento al cual no estaba nada acostumbrado.
- Deja que se siente - Dijo Lord Campbell sacándola de encima a Jonh y llevándola a la silla mas cercana.
- Gracias- dijo Megara recobrando la conciencia
- ten - dijo Ana apareciendo con un vaso.
- Gracias - dijo tomando el vaso.
- Meg - dijo John ganándose a su costado derecho - ¿Estas bien?.
- Estoy bien - dijo tomando el liquido amargo que contenía el vaso.
- casi me matas de un susto Meg... fui a visitarte a casa de tu primo, pero no te encontré por ningún lado, me temía lo peor... Creí que habías muerto.
- Megara - Hablo de pronto Lord Neil- ¿Estas bien?
- Si, señor - respondió automáticamente
- Bien, sígueme - dijo autoritario
- Lord MacLea, no creo que este sea el momento - cuestiono Lord Campbell.
- Lord Campbell, le agradecería que se mantuviera alejado de este tema - y sin mas se dio la vuelta y desapareció hacia su despacho privado.
- Permiso - dijo Megara sin hacer contacto visual con los que la rodeaban.
Todos observaron como Megara seguía a Lord MacLea, a prácticamente casi ninguno de los presentes les importaba el destino de ella, sin embargo había dos personas en esa habitación que estaban realmente preocupadas por como reaccionaria el Lord.
Lord Lain Campbell y su amigo John Craig se miraban fijamente en la estancia, luego de la escena anterior, todos los expectantes se habían dirigido hacia el salón principal para esperar a saber que pasaría con la fugitiva y embustera Megara.
- ¿Hace cuanto se conocen John?- Pregunto Lain Campbell.
- Trabaje para su padre hace unos años - dijo mirándolo fijamente, su amigo jamás había demostrado interés por doncella alguna y que ahora preguntara por Megara le causaba cierta curiosidad - Estuve una temporada con su padre, la verdad jamás pese quedarme tanto tiempo en Londres, sin embargo la compañía de Megara me pareció cautivadora - señalo sonriendo, si bien lo que menciono era cierto también debía ser honesto al decir que le gustaba el enojo expresado por su amigo en este momento.
Por otro lado Lain Campbell se sentía culpable por lo que había estado a punto de hacer, y pensar que incluso le había llamado mentirosa al decir que era virgen. Dios, como se lamentaba haber sido tan desagradable con la joven, sin embargo y pese a sonar desvergonzado debía reconocer que aun se sentía excitado con el momento anterior.
- ¿Desean algo de beber?- pregunto Eleonora.
- Por favor - Respondieron a coro Andrés y John.
- Gladis, trae algo fuerte para los caballeros - mando Eleonora
- Te veo pensativo - inquirió John - debo pensar que me han cambiado a mi amigo, en tan poco tiempo - agrego a modo de burla.
- No se de que hablas - respondió evasivo, supo en el momento en que Jonh se burlaba de el que estaba reaccionando sobremanera con este asunto. Ella no era nada, no debía importarle.

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Es cosa de tiempo.
Ficción históricaCuando sientes que no encajas ni siquiera en tu cuerpo, pasas constantemente mirando hacia el suelo, escapando de todos incluso de ti misma, Megara estaba decidida a no intentar más o a intentar con todas sus fuerzas... pero seguir la corriente y so...