Capitulo 17

151 12 1
                                    

- En este caso, La única forma de que Megara obtenga ayuda... en vista de que no tiene nada mas que ofrecer, salvo las mismas tierras y que por lo visto no estará dispuesta a ceder - agrego señalándola - Es el matrimonio.

- Matrimonio?- inquirió Eleonora - y quien querría casarse con ella ? - agrego. Aquel comentario no fue del agrado de los presentes, incluso Megara se sintió menospreciada con aquel comentario.

- Debido a los acontecimientos desafortunados de esta noche, había pensado que tal vez...  - Agrego Lord MAcLea mirando a Lord Campbell y pese a que jamás llego a decir su nombre en voz alta, todos tenían la noción de saber a quien se refería - sin embargo, no podemos obligarlo a... contraer matrimonio, por lo que si no esta dispuesto deberé designar a alguno de mis hombres...

- Eso es absurdo - señalo Andrew MacNeil. - ella no es una sirvienta, por dios... estamos hablando de la reputación de una dama, caballeros.

- Crees que no lo sabemos... eso ya esta mas que claro en este momento, pero ella necesita ayuda, y es nuestra obligación ayudarla - Declaro Lord MacLea.

- Entonces? - pregunto James MacLea - La dejaras a su suerte Lain?

- Mi intención no es importunar a ninguno de ustedes -  Se apresuro a decir Megara - No pienso obligar a ninguno de ustedes, a hacer algo que no quieren... por lo que he decidido aceptar la oferta  del primer hombre de Lord MacLea que se ofrezca. - declaro.

Si bien, nunca había pensado rebajar su matrimonio a la unión con alguien sin titulo honorario, no podía obligar a nadie a que quisiera estar con ella, en vista de que aun estaba la posibilidad de que su honra estuviera en duda, así como también el hecho de que no seria un matrimonio por amor.

- Lain?- pregunto Jonh, pero Lord Campbell estaba absorto en su pensamiento, el estaba comprometido y se supone que su viaje era para conocer a su caprichosa prometida.

Esta podría ser su salvación y así evitar el casamiento no deseado, pero cambiar a una novia por otra no parecía lo suficientemente razonable, así como también, por otro podría ser la forma en que perdería los lazos con su padre lo cual no podría parecer mas tentador, cortar lazos con su desalmado padre y nunca más verse en la obligación de estar a su merced.

- Lo haré - dijo a modo de respuesta.

Y no fue por ella, puesto que la situación de la dama en cuestión no podría importarle menos, fue porque era justo la ocasión que estaba buscando para vengarse de su padre y que mejor que esto, lo dejaría en vergüenza frente a todos por lo cual se vería obligado a repudiarlo frente a todos, para así no quedar mal.

- Bien, entonces... enviare a uno de mis hombres por la licencia matrimonial y el párroco- declaro Lord MacLea - para mañana a esta hora, serán marido y mujer - agrego mirando a ambos.

- Lain - llamo Jonh.

-Ahora no, ya esta hecho... no quiero hablar de esto.

- Yo... - Megara tenia sentimientos encontrados, hacia menos de unas horas ese hombre había estado a escasos segundos de robar su virtud y ahora sería su esposo.

Lain Campbell tenia una leve noción de lo que quería decirle, el también era consciente de lo que había estado a punto de hacer y era probable que ella le tuviese miedo durante algún tiempo, por lo que llevándola hacia un rincón apartado para que los demás no escucharan dijo.

- Chan eil gaol agam ort... fhathast, ach ma tha thu teagmhach gun do ghoid thu mo shealladh agus bho seo a-mach bidh mise leatsa (no te amo... todavía, pero si duda te has robado mi mirada y desde ahora seré tuyo)- dijo Lord Campbell mirándola y pese a que sabia que no lo entendería, había querido decirlo, sin embargo aun no estaba listo para ser entendido, su corazón no estaba listo para ablandarse.

- ¿Que has dicho? - pregunto Megara.

- Deberás descubrirlo...

- ¿Porque?- inquirió Megara, sin embargo no obtuvo respuesta para eso, por lo que en cierta forma resignada.. pidió - Podrías al menos repetirlo, no creo ser buena para memorizar cosas.

Lain sonrió, aquella joven aparentemente era elocuente y tal vez eso traería un poco de diversión a su monótona vida.

- Te lo daré por escrito - dijo finalmente.

Es cosa de tiempo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora