Que Pasaría Si...

Romano

Nota:

(D/T): Dulce Típico de tu país
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Qué pasaría si ....

— ¡Romano~! ¡Mi hermoso bebé, te he extrañado mucho~! ¿Me has extrañado también cariño?.

— ¡A-Alejate! ¡Voy a golpearte, te lo advierto! — trató de amenazar un Italiano muy sonrojado.

Desde hace ya mucho tiempo la chica (C/c) había estado persiguiendo al Italiano, no era un secreto para las demás naciones que ella estaba más que flechada por él, para Romano era un tanto incómodo, bueno, incómodo no era la palabra que definía como se sentía, la verdad es que él es muy tímido con ella, ya que, siendo sinceros a Romano se le hacía muy tierna la chica latina.

— Romano~ ¡Traje algo de mi casa para ti! ¡Espero que te guste, los hice con mucho amor para ti! — (T/n) le entregó una caja con (D/T). Romano solamente tomó la caja que la chica le estaba dando sin decir una palabra, quería decirle que estaba muy agradecido con ella por ese gesto,  pero eso implicaría que ella se lanzara sobre él y lo abrazara, él estaba seguro que si eso pasaba probablemente moriría allí mismo.

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— ¡Romano! ¡Mi hermoso ángel! ¡Hulle!. — exclamó la chica mientras corría hacia él.

" ¿Qué?..." fue lo único que alcanzó a decir el italiano, ya que un agarre en el cuello de su camisa lo hizo enmudecer.

— Con que tú eres el que ha estado detrás de mí hermana ¿eh? — sí,el hermano de la latina se había enterado del pequeño "romance" que estaban manteniendo ellos dos.

— ¡Hermano! ¡Deja a mi novio! — gritó la latina, Y se preguntarán qué pasó con Romano... Bueno pues el se desmayó... Demasiada presión para el.

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Tiempo después la situación había cambiado, (T/n) ya no iba tras de él, ya no le daba regalos y ni siquiera le hablaba, era como si de pronto lo hubiera botado.

“¿Habrá encontrado algo mejor que yo? ”

Pensaba el Italiano, no entendía qué pasaba con ella, un día parecía adorarlo y al otro parecía haberlo reemplazado. Se sentía molesto consigo mismo, si hubiera sido lo suficientemente valiente le habría dicho lo mucho que le gustaba su sonrisa, esa maldita sonrisa que lo ponía inmediatamente nervioso, lo hacía temblar como...como... ¡Como Bambi, sí!
¡Pero el no se iba a dejar vencer tan fácilmente! ¡El era Italia-Romano, nieto del gran imperio Romano!

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Romano se dirigía dando grandes zancadas hacia la casa de (T/n) iba a decirle de una vez por todas lo que tenía guardado dentro de sí. Al llegar tocó la puerta y segundos después alguien la abrió.

— ¿Otra vez tú? ¡¿Usted no aprende verdad?!— exclamó amenazadoramente un chico moreno, era el hermano de (T/n).

— ¡Solo vengo a hablar con (T/n)! — soltó fluidamente el italiano, tanto que hasta el mismo se sorprendió.

— Tienes las agallas suficientes como para pedir eso enano — murmuró el latinoamericano, Romano no sabía si lo que estaba haciendo era muy valiente o muy estúpido, mira que hacerle frente al hermano mayor de tu enamorada era algo peligroso.
De pronto, detrás de su futuro cuñado se escuchó una voz suave.

— Hermano, por favor, suelta a Romano. — dijo la chica en un tono calmado, casi neutro.

— Pero hermana...

— Por favor hermano — interrumpió ella, su hermano no tuvo más remedio que hacerle caso a su pequeña, nunca podría decirle que no a ella.
— Y bien... ¿Qué querías decirme? — le interrogó la peli-(c/c)

— Yo....

Continuará...

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Bien, aquí es donde les pregunto: ¿quieren segunda parte?

Si su respuesta es un “sí” voten por una de las dos opciones:

Final Triste•

Final Feliz°

¡Las quiere Erza!