Esa misma noche, las estrellas sintieron mi pena más grande, sintieron como me destrozabas cada parte del alma.
Esa misma noche mamá me obligó a prometer que no intentaría suicidarme de nuevo, mamá escucho a mi corazón volver a romperse tan fuerte.
Esa misma noche, me dí cuenta que solo eres un niño jugando a ser adulto, creyendo que mientras más chicas tengas mayor será tu masculinidad.
Sentada en aquel sofá, tirada en esa fría cama, de pie en aquella esquina... Sentí, como todo mi pequeño mundo se destruía pedazo a pedazo, sentía como mi alma súplicaba porque pararas, implorando que todo fuera una viajada, esperando que por un instante alguien pudiera compadecernos.
Me rompiste, lo hiciste aún después de jurar que jamás me harías daño, pero lo hiciste, lo hiciste y utilizaste mi miedo, mi dolor y mis sentimientos para divertirte viendo como todo lo que construí, lo tiraras con tan pocas palabras al oído.
Esa misma tarde, me jure a mi misma que mis ojos no le volverían a pertenecer a ninguna sonrisa, que mi corazón no albergará chicos con miradas calientes, que mi alma no tendrá que volver a soportar promesas sin retorno.
Esa mañana te jure amor eterno, esa misma mañana me di cuenta que lo único eterno que sentiría por ti, sería asco.
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Soy Sólo Ocasional.
RandomCartas, poesías o simples escritos con trozos de un alma rota con ganas de vivir entre escombros de amores temporales, a esas personas que ya no están o se fueron sin un adiós.