Untitled Part 5

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E

n nuestro camino a casa, Taryn se detiene y recoge moras junto

al Lago de Máscaras. Me siento en una roca a la luz de la luna

y deliberadamente no miro al agua. El lago no refleja tu propia

cara; te muestra a alguien más que lo ha visto o lo mirará. Cuando era

pequeña, solía sentarme en la orilla todo el día, mirando los rostros de las

hadas en lugar de los míos, con la esperanza de que algún día pudiera ver

a mi madre mirándome.

Eventualmente, duele demasiado intentarlo.

—¿Vas a dejar el torneo? —pregunta Taryn, metiéndose un puñado de

bayas en la boca. Somos niñas hambrientas. Ya somos más altas que Vivi, 36

nuestras caderas más anchas y nuestros pechos más pesados.

Abro mi canasta y saco una ciruela sucia, limpiándola en mi camisa.

Todavía es más o menos comestible. La como lentamente, pensando.

—¿Te refieres a Cardan y su Corte de Idiotas?

Ella frunce el ceño con una expresión como la que podría hacer si

estuviera siendo particularmente terca.

—¿Sabes cómo nos llaman? —exige—. El Círculo de Gusanos.

Lanzo la semilla al agua, viendo las ondas destruir la posibilidad de

cualquier reflejo. Mi labio se curva.

—Estás tirando basura en un lago mágico —me dice.

—Se pudrirá —le digo—. Y nosotras también lo haremos. Ellos tienen

razón. Somos el Círculo de Gusanos. Somos mortales. No tenemos por qué

esperar para que nos dejen hacer las cosas que queremos. No me importa

si no les gusta mi participación en el torneo. Una vez que me convierta en

un caballero, estaré fuera de su alcance.

—¿Crees que Madoc va a permitir eso? —pregunta Taryn, dejando el

arbusto después de que las zarzas hacen que le sangren los dedos—.

¿Responderle a alguien que no sea él?

—¿Para qué más nos ha estado entrenando? —pregunto. Sin decir

palabra, caminamos juntas, dirigiéndonos a casa.

—Yo no. —Niega con la cabeza—. Me voy a enamorar.

Me sorprendo riendo.

—Entonces, ¿lo acabas de decidir? No pensé que funcionara así. Pensé

que se suponía que el amor sucedería cuando menos lo esperabas, como

una zapa a la cabeza.

—Bueno, lo he decidido —dice ella. Considero mencionar su última

decisión nefasta, la de divertirnos en la fiesta, pero eso solo la molestará. En

cambio, trato de imaginar a alguien de quien pueda enamorarse. Tal vez sea

un tritón, y él le dará el don de respirar bajo el agua y una corona de perlas

y la llevará a su cama bajo el mar.

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En realidad, eso suena increíble. Tal vez estoy tomando todas las

klohiyfudDonde viven las historias. Descúbrelo ahora