Untitled Part 17

10 0 0
                                    

M

164

e despierto en casa de Locke en una habitación llena de

tapices. Mi boca sabe a ciruelas rancias y está hinchada por

los besos. Locke está a mi lado en la cama, con los ojos

cerrados y la ropa que usó en la fiesta. Comienzo a levantarme, pero me

detengo para estudiarlo, sus orejas puntiagudas y el cabello como pelaje de

zorro, la suavidad de su boca, sus largas extremidades extendidas en la

cama. Su cabeza descansa sobre su mano cubierta de volantes.

La noche regresa en una avalancha de recuerdos. Hubo un baile y una

persecución por el laberinto. Me acuerdo de caerme al barro y reír, algo nada

propio de mí. En efecto, cuando miro el vestido de baile prestado en el que

dormí, tiene pedazos de gramilla pegados.

No es que fuera el primero en ponerle el vestido verde.

El Príncipe Cardan me observó toda la noche, rondándome sin

descanso, esperando el mejor momento para morder. Incluso ahora puedo

recordar el negro azabache de sus ojos. Y si reía más fuerte solo para hacerlo

enojar, si sonría más, y besaba más a Locke, ese es un tipo de engaño que

ni siquiera los mágicos pueden condenar.

Ahora, sin embargo, la noche se siente como un sueño largo e

imposible.

La habitación de Locke está desordenada, con libros y ropa dispersos

en divanes y sofás bajos. Atravieso la puerta y camino lentamente por los

pasillos vacíos de la casa. Encontrando la habitación polvorienta de su

madre, me saco su vestido y me pongo la ropa de ayer. Saco mi cuchillo de

su bolsillo, y cuando lo hago, la bellota dorada sale también.

Impulsivamente, me meto el cuchillo y la bellota en la túnica. Quiero

algún suvenir de esta noche, algo para recordarla, por si no vuelve a suceder

165

algo así. Locke me dijo que podía sacar cualquier cosa de esta habitación y

me voy a quedar con esto.

En mi camino hacia la salida, paso junto a la larga mesa del comedor.

Nicasia está allí, rebanando una manzana con un cuchillo pequeño.

—Tu cabello parece un matorral —dice, metiéndose un pedazo de

fruta en la boca.

Miro hacia un plato plateado en la pared, que muestra solo una

imagen borrosa y distorsionada de mí misma. Incluso allí, puedo ver que

ella está en lo cierto, una halo marrón rodea mi cabeza. Alzando una mano,

comienzo a deshacer mi trenza, peinándome con los dedos.

—Locke está dormido —digo, asumiendo que ella está esperando para

verlo. Espero sentirme como si tuviera algo que ella no, al ser la que sale de

su habitación, pero lo que de verdad siento es un poco de pánico.

klohiyfudDonde viven las historias. Descúbrelo ahora