Untitled Part 30

0 0 0
                                    

uando vuelvo a unirme a la fiesta, todo el mundo está tomando

su lugar en la mesa larga. Camino directamente a Balekin y

hago una reverencia.

—Mi señor —le digo, en voz baja—. Madoc me pidió que le dijera que

llegará tarde y que debe comenzar sin él. Desea que no se preocupe, pero

algunos de los espías de Dain están aquí. Le enviará un mensaje cuando los

atrape o los mate.

Balekin me mira con los labios ligeramente fruncidos y los ojos

entrecerrados. Revisa el rastro de sangre que no pude lavar de mis fosas

nasales y mis dientes, cualquier sudor que no pude borrar. Madoc duerme

en la vieja habitación de Cardan, y según mis cálculos, tenemos al menos

una hora antes de que despierte. Siento que si Balekin me mira con cuidado,

podía ver eso también en mi rostro.

—Has sido más útil de lo que hubiera imaginado —dice Balekin,

apoyando una mano ligeramente en mi hombro. Parece haber olvidado lo

furioso que estaba cuando llegué por primera vez con Cardan y espera que

también lo olvide—. Continúa así y serás recompensada. ¿Te gustaría vivir

como una de nosotros? ¿Te gustaría ser una de nosotros?

¿Podría el Rey Supremo de las Hadas realmente darme eso? ¿Podría

hacerme algo que no sea humano, algo más que mortal?

Pienso en las palabras de Valerian cuando trató de engatusarme para

que saltara de la torre. Nacer mortal es como nacer muerto.

Él ve la expresión en mi rostro y sonríe, seguro de haber descubierto

el secreto deseo de mi corazón.

333

C

Y, de hecho, mientras camino hacia mi asiento, estoy preocupada.

Debería sentirme triunfante, pero, en cambio, me siento enferma. Manipular

a Madoc no fue tan satisfactorio como quería que fuera, especialmente

porque pude hacerlo porque nunca pensó en mí como alguien que lo

traicionaría. Tal vez dentro de unos años, mi fe en este plan resultará

justificada, pero hasta entonces tendré que vivir con este ácido en la boca

del estómago.

El futuro de la Tierra de las Hadas depende de que juegue un juego

largo y lo haga perfectamente.

Veo a Vivi, sentada entre Nicasia y Lord Severin y le sonrío

rápidamente. Ella me da una sombría a cambio.

Lord Roiben me mira con recelo. A su lado, el duendecillo verde le

susurra algo al oído y él niega con la cabeza. En el otro extremo de la mesa,

Locke besa la mano de Taryn. La Reina Orlagh me mira con curiosidad. Aquí

solo hay tres mortales, Taryn, el pelirrojo con Severin y yo, y por la forma en

klohiyfudDonde viven las historias. Descúbrelo ahora