Untitled Part 7

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E

llos no esperan mucho para vengarse.

Durante el resto de la tarde y las primeras horas de la

noche, recibimos lecciones de historia. Un goblin cabeza de

gato llamado Yarrow recita baladas y nos hace preguntas.

Cuanto más correctas son las respuestas que doy, más se

enfurece Cardan. No deja en secreto su desagrado, comentando a Locke con

un arrastrar de palabras sobre lo aburridas que son estas lecciones y

bufando en desprecio al profesor.

Por una vez, terminamos antes de que la oscuridad haya caído por

completo. Taryn y yo nos dirigimos a casa, con ella lanzándome miradas 50

preocupadas. La luz del ocaso se filtra a través de los árboles, y respiro

hondo, embebiendo la esencia de las agujas de pino. Siento una especie de

calma extraña, a pesar de la estupidez de lo que he hecho.

—Así no eres tú —dice Taryn finalmente—. No empiezas peleas conla

gente.

—Apaciguarlos no servirá. —Piso una piedra con el pie cubierto por la

zapatilla—. Cuanto más se salen con la suya, más creen que tienen derecho

a hacerlo.

—Así que vas a, ¿qué... enseñarles modales? —Taryn suspira—.

Incluso si alguien debiera hacerlo, ese alguien no tiene que ser tú.

Ella tiene razón. Sé que tiene razón. La furia atolondrada de esta tarde

se desvanecerá, y lamentaré lo que he hecho. Probablemente después de un

buen y largo sueño, estaré tan horrorizada como Taryn. Todo lo que me he

conseguido son problemas peores, sin importar lo bien que se sintió salvar

mi orgullo.

No eres una asesina.

De lo que careces no tiene nada que ver con la experiencia.

Y, aun así, no lo lamento ahora. Al haber dado el paso fuera del

precipicio, lo que deseo es caer.

Empiezo a hablar cuando una mano se cierra sobre mi boca. Unos

dedos se hunden en la piel alrededor de mis labios. Suelto un golpe, agitando

el cuerpo y veo a Locke sujetando la cintura de Taryn. Alguien me tiene

sujetadas las muñecas. Libero mi boca y grito, pero los gritos en la Tierra de

las Hadas son como trinos de pájaros, demasiado comunes para atraer

mucha atención.

Nos empujan por el bosque, riendo. Escucho un vítor de uno de los

chicos. Creo que escucho a Locke decir algo sobre que las parrandas

terminen rápidamente, pero se lo traga el júbilo.

Entonces hay un empujón a mis hombros y el horrible shock de agua

fría cerrándose a mi alrededor. Escupo agua, intentando respirar. Saboreo

klohiyfudDonde viven las historias. Descúbrelo ahora