E
llos no esperan mucho para vengarse.
Durante el resto de la tarde y las primeras horas de la
noche, recibimos lecciones de historia. Un goblin cabeza de
gato llamado Yarrow recita baladas y nos hace preguntas.
Cuanto más correctas son las respuestas que doy, más se
enfurece Cardan. No deja en secreto su desagrado, comentando a Locke con
un arrastrar de palabras sobre lo aburridas que son estas lecciones y
bufando en desprecio al profesor.
Por una vez, terminamos antes de que la oscuridad haya caído por
completo. Taryn y yo nos dirigimos a casa, con ella lanzándome miradas 50
preocupadas. La luz del ocaso se filtra a través de los árboles, y respiro
hondo, embebiendo la esencia de las agujas de pino. Siento una especie de
calma extraña, a pesar de la estupidez de lo que he hecho.
—Así no eres tú —dice Taryn finalmente—. No empiezas peleas conla
gente.
—Apaciguarlos no servirá. —Piso una piedra con el pie cubierto por la
zapatilla—. Cuanto más se salen con la suya, más creen que tienen derecho
a hacerlo.
—Así que vas a, ¿qué... enseñarles modales? —Taryn suspira—.
Incluso si alguien debiera hacerlo, ese alguien no tiene que ser tú.
Ella tiene razón. Sé que tiene razón. La furia atolondrada de esta tarde
se desvanecerá, y lamentaré lo que he hecho. Probablemente después de un
buen y largo sueño, estaré tan horrorizada como Taryn. Todo lo que me he
conseguido son problemas peores, sin importar lo bien que se sintió salvar
mi orgullo.
No eres una asesina.
De lo que careces no tiene nada que ver con la experiencia.
Y, aun así, no lo lamento ahora. Al haber dado el paso fuera del
precipicio, lo que deseo es caer.
Empiezo a hablar cuando una mano se cierra sobre mi boca. Unos
dedos se hunden en la piel alrededor de mis labios. Suelto un golpe, agitando
el cuerpo y veo a Locke sujetando la cintura de Taryn. Alguien me tiene
sujetadas las muñecas. Libero mi boca y grito, pero los gritos en la Tierra de
las Hadas son como trinos de pájaros, demasiado comunes para atraer
mucha atención.
Nos empujan por el bosque, riendo. Escucho un vítor de uno de los
chicos. Creo que escucho a Locke decir algo sobre que las parrandas
terminen rápidamente, pero se lo traga el júbilo.
Entonces hay un empujón a mis hombros y el horrible shock de agua
fría cerrándose a mi alrededor. Escupo agua, intentando respirar. Saboreo

ESTÁS LEYENDO
klohiyfud
FantasyPor supuesto que quiero ser como ellos. Son hermosos como cuchillas forjadas en algún fuego divino. Vivirán para siempre. Y Cardan es aún más hermoso que el resto. Lo odio más que a todos los demás. Lo odio tanto que a veces cuando lo miro, apenas p...