Existen personas que viven en un mundo de perdición, tú las has juzgado lo sé, pero ¿Te has puesto a pensar que los llevó a llegar a ese mundo?
Yo no soy la persona más legal del mundo pero si de algo puedes estar seguro, es que defenderé a los que...
Abro los ojos lentamente tratando de asimilar donde estoy pero los vuelvo a cerrar, me duele la cabeza y todo me da vueltas. Creí escuchar a Daryl, creí sentir sus brazos sobre mi cuerpo.
De repente como una ráfaga las imágenes llegan a mi mente, todo lo que viví en el centro comercial, Alice siendo una perra, el hombre siguiéndome, la voz de...... Daryl ¿era real? ¿era él?, abro los ojos y me encuentro en una habitación desconocida, las paredes en tonos fríos, los muebles muy de acuerdo a la decoración, todo muy elegante, observo todo tratando de encontrar algo que me haga saber en donde estoy, un indicio de algo conocido que me ayude a ubicarme, pero no hay nada incluso las ventanas parecen selladas ya que la única luz que ilumina la habitación es la de la lámpara en el techo, suspiro tratando de controlarme, no debí haber salido de casa pero deseaba tanto comprar cosas para mi bebé, estiro mis manos y logro palpar algo a mi lado, es una caja blanca con un listón en dos tonos, rosa y azúl, me incorporo y me apresuro a abrirla y para mi sorpresa dentro encuentro el pequeño gorro tejido junto con los converse.
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Sonrío al imaginarme a mi pequeño o pequeña usando esto, pero....... ¿Quien me lo dejó?
La puerta se abre y entra nada más ni nada menos que Evan, rápidamente escondo la caja debajo de los almohadones, me sonríe y gesticula un >> sigueme el juego << que no comprendo hasta que detrás de él entra Cecilia junto con otro hombre que oculta su rostro tras un pasamontañas, cuando se acerca a mi Evan pone esa mirada fría y vacía que tenía cuando le disparó a Daryl..
— Vaya, si ya despertó la princesa. — dice en tono de burla.
Recuerdo que él está ayudando a Daryl, que él solo está fingiendo para desenmascarar al monstruo que lo acompaña y no puedo odiarlo pero al parecer Evan quiere que le muestre mi odio ya que sigue atacándome verbalmente.
— ¿Acaso te comieron la lengua los ratones? ¿O es que me odias por matar a tu querido Daryl?. — dice poniendo su rostro muy cerca del mío, sonríe cínicamente pero sus ojos me suplican algo ya que Cecilia está con su mirada fija en nosotros.
Sin pensarlo escupo su rostro y él ríe con amargura. Me toma por el brazo, instintivamente me suelto pero eso provoca que me maree y caiga el piso, lo cual parece sorprenderle e intenta ayudarme pero eso seria su perdición y la de Daryl así que me adelanto.
— No te atrevas a tocarme, imbécil!!!!. —
Él sonríe entendiendo mi actitud y se aleja levantando las manos en señal de rendición fingiendo que no le importa.
— Ya basta de tonterías, si te mande traer es porque quiero aclarar las cosas. — dice Cecilia.
— Creo que la última vez que nos vimos fuiste muy clara al contarme tu historia y yo al decirte que no me interesa. —
Frunce el ceño y camina de lado a lado de la habitación.
— No lo has entendido. — parece muy nerviosa, de hecho está más delgada que la última vez que la ví, está demacrada y tiene ojeras muy marcadas.
— ¿Que es lo que no entiendo? ¿Que estás loca al creer que soy la hija de tu hermano muerto? Pues dejame decirte que estás muy equivocada, mi apellido es Eckhart, no soy nada tuyo. — ella niega una y otra vez sin voltear a verme. Repite la misma frase como si de un mantra se tratara.
— Eres idéntica a él, sus ojos, su sonrisa. — me toma por los hombros y me sacude de manera violenta mientras sus uñas atraviesan mi piel. — Eres mi sobrina!!!! Eres mi sobrina!!!. —
Me sacude fuerte mientras grita.
— Sueltame!!! Me haces daño. — digo intentando quitármela de encima pero tiene mucha fuerza.
Evan se acerca y la toma por la cintura.
— Tranquilizate Cecilia, debes estar tranquila. —
Le indica mientras la pega a su pecho y respira lentamente, obligándola a seguir el ritmo y de esa manera a relajarse.
— Vamos, te llevaré a tu habitación. —
— No, no puedo alejarme de ella, la niña me necesita. — llora.
— Ella estará bien. — intenta calmarla.
— Se lo prometí, él vendrá por ella, tengo que protegerla. —
— Te prometo que la protegeré, pero necesitas descansar. Roger encargate de la princesa y llevala a donde quedamos. — le dice con una sonrisa maliciosa.
Salen dejándome sola con el tal Roger, él se acerca lentamente, inconscientemente camino hacia atrás intentando huir pero es más rápido y me tumba sobre la cama, su cuerpo está sobre mi apoyando su peso en sus brazos.
— No me hagas daño por favor, estoy embarazada. — digo llorando como si no fuera evidente mi estado, su mirada está fija en mi, sus ojos son como los de un gato, imagino que los lentes de contacto son los que le dan ese efecto bastante macabro.
Baja su vista a mi vientre y coloca sus manos en el, mi bebé se mueve al sentir el contacto.
— ¿Es niño o niña?. — dice con una voz ronca que hace que mi piel se erice.
— No lo sé, aún no quiero saberlo. —
Claro que quiero saberlo, pero no puedo decir que espero a que su padre venga para ir al doctor y nos diga el sexo de nuestro hijo, pero sería como gritarle al mundo que Daryl está vivo. Se pone de pie y me extiende la mano.
— Ven, te llevaré a un lugar seguro. —
Dudo en hacer lo que me dice, solo me limito a bajar la vista y encogerme de hombros.
— Confía en mi..... Princesa. — levanto la vista nuevamente y lo observo.
Me guiña un ojo y sin dudar más le doy la mano, entrelaza sus dedos con los mios y siento esa paz, estoy con él, Daryl está a mi lado nuevamente.
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Empezamos con el maratón, faltan tres capítulos, los estaré subiendo en el transcurso de la noche, espero que los disfruten 😉
