Este relato raya un poco en el absurdo y comienza así:
Cómo siempre, de madrugada ocurren cosas inverosímiles. Llega un hombre desmayado con un posible ataque cardíaco e ingresa acompañado por su cuñado que lo trae en un auto particular.
Se comienzan las maniobras de primeros auxilios y efectivamente, el hombre había sufrido un infarto, para el cual estaba siendo tratado. El acompañante, que se encontraba muy nervioso hace entrega de todas las cosas de su cuñado, incluidas las llaves del auto que queda ubicado en la puerta de la guardia, bloqueando la entrada. Se sienta en la sala de espera y es informado de las novedades. Entonces avisa que se iría para traerle agua mineral y otras cosas que necesitaría y se le hace entrega de las ropas, documentos y llaves del auto para que lo retire de ese lugar, ya que impedía la entrada de otros vehículos.
El hombre se va y cuando al fin el paciente despierta, cuenta que quién lo trajo no era su familiar, si no el que lo abordara para robarle el auto. Al ver que la víctima se descompensaba se asustó y optó por llevarlo al hospital, total consiguió lo que quería. Los profesionales le depositaron en sus manos la llave del auto con el que se fue. Por suerte, los documentos los dejó en una silla de la sala de espera.
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Animales humanos...Crónicas de guardia.
Non-FictionAños de experiencia laboral en contacto con un gran abanico de bajezas humanas, muchas veces han conseguido minar mi espíritu. ¿De cuántas cosas podemos ser capaces?: ¡De todo! Estas historias son una recopilación de hechos reales guardados en la me...