Verano, boliche y para terminar la perfecta noche pirata, el cuarentón bastante bien puesto del piso de contaduría, decidió invitar a la nueva compañera de oficina, a terminar la velada entre las brillantes sábanas de un conocido hotel alojamiento de la zona.
La esposa del galán de ocasión, salió de la ciudad para visitar a sus padres y regresaría el fin de semana. El after office exitoso, proporcionaba la excusa ideal, para poder obtener la compañía de la pelirroja sensual, que reemplazara a la encargada de fotocopiadora, cuando la señora se jubilara un mes antes. Desde ese momento, las apuestas iniciaron entre el personal masculino de la oficina; no obstante la muchacha no había bajado la guardia hasta esa noche, en que se despidió algo mareada por los tragos, del brazo del contador, quien no disimulaba su sonrisa de ganador.
Dos horas después de la salida, la unidad de emergencias médicas entraba al hotel y trasladaba al hombre ensangrentado hasta el hospital. Una vez allí, tuvo que ser sometido luego de las primeras atenciones, a una cirugía reconstructiva, puesto que su casual compañera, había sufrido un episodio de epilepsia mientras le practicaba sexo oral.
Por lo general los episodios no duran demasiado tiempo, calculándose entre 2 a 3 minutos en que se produce el espasmo y consiguiente rigidez; para este hombre alcanzó para que la fuerza de la mordida, cambiara notablemente las dimensiones de su órgano sexual, que además estéticamente no volvió a ser el de antes.
El paciente, se retiró en compañía de su esposa, a quien se contactó luego del acto quirúrgico de emergencia. Lo que nunca supimos fue la explicación que él le diera y menos aún si ella le quiso creer.
Por lo general los episodios epilépticos, no se desencadenan mientras la persona realiza una actividad que concentra su atención, pero suele pasar que por la ingesta de alcohol, los medicamentos que se recetan a tal fin, pierdan efectividad, inactivándose su función, que es lo que puede haber pasado en este caso.
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Animales humanos...Crónicas de guardia.
Non-FictionAños de experiencia laboral en contacto con un gran abanico de bajezas humanas, muchas veces han conseguido minar mi espíritu. ¿De cuántas cosas podemos ser capaces?: ¡De todo! Estas historias son una recopilación de hechos reales guardados en la me...
