𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟔

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La primavera estaba a punto de llegar y con esta mis alergias

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La primavera estaba a punto de llegar y con esta mis alergias. El polen volando por todas partes era lo que hacía que mi sistema inmune quisiera suicidarse y por obvias razones yo terminaría muriendo junto a él.

Cuando vivía en Kansas mi madre me inyectaba vacunas para controlarme, sin embargo, hacía más de cinco años desde la última vez que las había utilizado. Y si, había sido demasiado sufrimiento para mí. Pero, por alguna extraña razón en todo este tiempo había creído que los genéricos eran malos. Este año, como adulta madura que ahora era, había decidido que debía volver a ello. Lo último que quería era meterme en problemas con mi jefe por estornudar en su cara por accidente y ser incapaz de entrar al agua por mi nariz mormada... otra vez.

Me encontraba en el área de delfines, la pequeña Betty, quien se había recuperado por completo semanas atrás, daba vueltas por toda la piscina.

Habíamos logrado obtener un permiso y ella sería un nuevo miembro del acuario. Era muy activa por lo que el jefe había decidido que se uniría al show que se daba por la tarde en el parque de California Beach.

Mientras Mia, una de las entrenadoras, intentaba conectar con la pequeña, yo observaba desde afuera por si ocurría algún inconveniente. Aún era importante mantenerla en observación.

Sentí como alguien me tomaba de la cintura con brusquedad levantándome en el aire, solté un gritito ante la sorpresa.

-Sed, bájame.-Me quejé.

El hombre me hizo girar una vez más antes de colocarme en el suelo nuevamente.

-Jacquelynn, hoy estás más buena que la última vez que te vi.-Me abrazó con fuerza apretujándome de más. Incluso sentí como los huesos de mi espalda tronaban.

Lo alejé de mi soltando un quejido, si esto continuaba moriría asfixiada.

-¿Qué haces aquí?-Inquirí.

Tomó el gafete que tenía en su bata.

-Nuevo horario.-Canturreó.-Me costó un puto huevo conseguirlo, pero por fin lo obtuve.

-Dime que estás en sanación.-Pedí.

-Lamento decepcionarte, preciosa, pero estoy en mar abierto.-Hice una mueca.-Solo había espacio ahí los fines de semana. Quería sorprenderte.

-La que realmente estará sorprendida será Gini.-Reí. Sed hizo una mueca.

-Si... será mejor que no se entere que estoy aquí. No quiero que me golpeé... de nuevo.

-No se lo diré si es lo que te preocupa.

-Sé que no lo haras.-Negó con la cabeza.-Hablando de problemas amorosos ¿Qué hay con Cedrik?

-¿Qué hay de qué?

-¿Cómo que qué hay de qué, Lynn? No lo he visto por dos semanas enteras y la última vez que lo vi el hombre estaba devastado.

𝐌𝐚́𝐬 𝐥𝐨𝐜𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐧𝐚𝐦𝐨𝐫𝐚𝐝𝐚 (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora