𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟑𝟖

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¿Qué se supone que debes hacer cuando te encuentras en boca de todos? Bien, hagamos nuevamente la pregunta ¡¿Que otra opción, a demás de partirle la cara a todos esos idiotas que se creían el rumor de una loca e intebtaban reírse de ti para que te...

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¿Qué se supone que debes hacer cuando te encuentras en boca de todos? Bien, hagamos nuevamente la pregunta ¡¿Que otra opción, a demás de partirle la cara a todos esos idiotas que se creían el rumor de una loca e intebtaban reírse de ti para que te dieras cuenta de que estaban al tanto del chisme, tenía yo?!

Pues según Cedrik, muchas. Y es que no era la primera vez que él y yo pasábamos por algo como esto, pero se sentía tan diferente porque, al parecer estábamos hablando de mi zona de trabajo, del lugar en el que aparentemente estaría por años. Y todo el mundo creía que Lynn Turner era una puta. Pero eso no era lo que me hacía enojar. Lo que más me hacía enojar era que tacharan a Cedrik de cornudo.

Podrían decir de mi lo que quisieran, pero con él no iban a meterse. Estuve a punto de ir a golpear a esa maldita muchas veces, pero eran las palabras de Cedrik las que me detenían.

-Lo hemos superado una vez, mi amor. Será igual ahora. Tú y yo sabemos la verda y, estoy seguro de que ellos solo están lo suficientemente aburridos y por eso creen todo este drama, para tener algo de que hablar.

Mi autocontrol en definitiva tenía nombre y apellido. Además de que estaba bien bueno.

De cualquier modo, le había hecho caso, por lo que había ignorado todas y cada una de las miradas de los trabajadores de California Beach en cuanto entré con el rubio, quien se encargaba de cargar el material que ocuparíamos, detrás de mi.

Había pasado una semana ya, y por lo que me contaba Mia, Dina no estaba presentándose a trabajar por lo que ella tenía turnos extras entre semana. De cualquier modo, el chisme se había corrido más rápido de lo que pensaba. Gini lo sabía, Juliana lo sabía. Incluso Brenda, quien ni siquiera trabajaba dentro del laboratorio, lo sabía. Lo cual me indicaba que probablemente todo California Beach lo sabía.

Era domingo por la tarde y yo le había mentido a Cedrik diciéndole que Dallas quería que le enseñara a sacar fotografías, obviamente por mensaje para que no me descubriera, por lo que no sospecharía nada. Solo por si a alguien se le ocurría inventar algún otro chisme sobre mí, él estuviese al tanto. Mi hora de descanzo había llegado y lo iba a aprovechar para tomar fotos de Betty mientras daba uno de sus shows.

Dallas caminaba detrás de mi con la enorme maleta que adentro traía todas las cosas que mi madre le había enviado por correo.

-Le pedí a Sasha una cámara contra el agua, ya sabes que ella tienen todas esas cosas.-Me decía mientras acomodábamos los tripies.

-Me parece bien. Cuando termine el show le pediré a Mia que la regrese al área para que tomemos mejores fotos de ella.

-¿Qué tal una foto conmigo?-Subió y bajó las cejas.

-Muy gracioso.-Contesté sin ninguna gracia mientras acomodaba el lente de una de las cámaras.

-Solo una, Lynn.-Pidió mientras me sacudía por uno de los hombros.

𝐌𝐚́𝐬 𝐥𝐨𝐜𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐧𝐚𝐦𝐨𝐫𝐚𝐝𝐚 (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora