La vi caminar en mi dirección arrastrando su maleta. Iba distraída viendo a su alrededor, buscándome. Cuando su mirada dió conmigo pude ver cómo me daba una de sus hermosas sonrisas. Apresuró su paso hasta llegar frente a mí y sentí como envolvía sus brazos en mi torso abrazándome. Le devolví el abrazo envolviendo sus hombros.
Habían pasado dos largas semanas desde que se había ido, y ya ni siquiera habíamos vuelto a hacer video llamada desde que me colgó actuando de una manera muy extraña.
La había extrañado mucho.
-¡Lynnda!.-Exclamaron detrás de nosotros. Últimamente solía llamarla con cualquier nombre que llevara la misma pronunciación del suyo, el cual, al ser muy corto, tenía muchas opciones.
Sed, quien me había obligado a traerlo, había ido a comprar un café a la cafetería del aeropuerto. Habíamos llegado desde temprano para esperar a Lynn y ninguno de los dos había comido algo.
Se habían vuelto un tanto inseparables, y me alegraba que Lynn intentara siquiera congeniar con él, no era bueno que quisiera estar sola todo el tiempo.
Sed me separó de ella con un jalón y me entregó el café antes de abrazar a mi novia levantándola en el aire.
-Bájame.-Se quejó Lynn removiéndose.
Sed inició a sacudirla haciéndola soltar un chillido y cuando la bajó pude ver como el rostro de mi nena estaba todo rojo debido al esfuerzo. Se echó el cabello hacia atrás antes de darle un empujón a Sed quien simplemente rió.
-Yo también te extrañe, LCS.-Comentó quitándome el café para darle un sorbo.-¡Ah!-Gritó sacando la lengua.-Edta cadiente.-Habló con la lengua afuera.
El último mes Sed se había resignado con el hecho de asegurarme que Lynn era la cárcel andante para mí. Lo agradecía, porque si seguía así ella terminaría por golpearlo.
Lynn le dió una sonrisa de boca cerrada mientras negaba con la cabeza. La observé. Era muy normal que ella tuviese ojeras en sus parpados gracias a que debía estudiar, trabajar y repasar por las noches. No obstante, era demasiado extraño el hecho de que se había ido dos semanas de vacaciones y regresara con ojeras incluso más grandes.
Volví a acercarme a ella tomando su rostro entre mis manos. Pasé mis pulgares por sus ojeras haciendo que ella cerrara los ojos. Cuando los volvió a abrir me dió una sonrisa de boca cerrada que yo le devolví.
-¿Estás bien?
Parpadeó un par de veces antes de asentir.
-Si.-Suspiró.-Solo estoy cansada por el viaje.
La miré con mis ojos entrecerrados analizando su rostro. Por alguna extraña razón sentía que mentía. Aún así, no dije nada y simplemente asentí. Besé su frene y volví a envolverla en mis brazos escuchando como suspiraba.
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𝐌𝐚́𝐬 𝐥𝐨𝐜𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐧𝐚𝐦𝐨𝐫𝐚𝐝𝐚 (Editando)
Novela JuvenilDespués de seis meses de haber terminado su larga relación, Lynn decide que quiere ayudar a Cedrik a cumplir su deseo más grande en el mundo, aun si no es a su lado. Por otro lado, Cedrik acepta con la ilusión de que Lynn se dará cuenta que con la ú...