Después de seis meses de haber terminado su larga relación, Lynn decide que quiere ayudar a Cedrik a cumplir su deseo más grande en el mundo, aun si no es a su lado. Por otro lado, Cedrik acepta con la ilusión de que Lynn se dará cuenta que con la ú...
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Las vacaciones de navidad estaban cada vez más cerca. Siendo sincero me hacía feliz el hecho de que ya no debía ir a la facultad por casi un mes entero.
¿Lo malo?
Lynn regresaría a Kansas.
Había pedido permiso para pasar Navidad y año nuevo en su casa, con sus padres. Se lo habían permitido, le dieron dos semanas de vacaciones, y solo porque ella de verdad le agradaba al Doctor Ding, el encargado de California Beach cuando Gilbert Wood no se encontraba en la ciudad.
Era muy divertido el hecho de que Lynn le agradaba a todo el mundo con su actitud desinteresada, en cambio, era difícil que tú le agradaras a ella. Incluso en la escuela solo la había visto platicar con Maggie, y eso solo porque compartían la mayoría de las clases.
Aún así a mí me encantaba.
Pronto cumpliríamos tres meses estando juntos y ella no estaría conmigo. Además de que también sería su cumpleaños. Ya de por si era algo complicado vernos, ahora ella se iría la mitad de las vacaciones y entonces estaríamos separados en esa fecha. Era algo frustrante, pero debía comprender que quería estar con su familia.
Me gustaba estar a solas con ella, era muy común tener a Sed jodiendo a nuestro alrededor cada vez que coincidíamos en el trabajo. Y en la facultad era imposible poder acercarme a ella. Al menos lo era en plan novios. Por eso disfrutaba cada pequeña oportunidad que tenía para besarla y abrazarla.
Mientras Lynn jugaba con mi cabello, cosa que al parecer le gustaba hacer, me encargaba de sostenerla lo más cerca posible mientras la tenía sobre mí a horcajadas y la besaba con desesperación y ansias. Me embriagué del aroma que ella desprendía cuando mis besos bajaron a su cuello y mis manos se colaron en su blusa haciéndola suspirar. Sus manos bajaron a mis hombros y se aferraron a ellos provocando que mi cuerpo se calentara más.
De un movimiento, Lynn regresó sus labios a los míos bajando la intensidad del beso. Poco a poco sus manos volvieron a mi pelo y a sus dulces caricias. Me dio un pequeño beso antes de separarse.
-¿Crees que debería ir a esa fiesta mañana?-Preguntó mordisqueando su labio inferior, el cual estaba bastante tentativo debido a lo inflamado que ahora estaba.
Sabía que cuando ella iniciaba a hablar era mi señal de que debíamos detenernos.
Era muy cuidadoso con respecto a nosotros y el sexo, y esto era debido a que Lynn era menor aún. Además de que tenía a Sed todo el tiempo recordándome que "no debía metérsela, porque, si Lynn se enojaba podría demandarme". Y no era eso lo que me detenía del todo, sino el hecho de que ella me decía que aún no se sentía lista, y yo estaba muy dispuesto a respetar aquello. Entre nosotros solo había besos calurosos y manoseo, y si eso era lo que ella estaba dispuesta a darme yo me conformaba sin ningún problema.
-Deberías.-Asentí.-Creo que será bueno para que hagas amigos.
