Los mensajes no paraban de llegar. Mi teléfono sonaba una y otra vez entre llamadas de Sed y de Cedrik.
Minutos después de salir de la casa de Sed, completamente furiosa, le había enviado un mensaje a Cedrik que decía "Tenemos que hablar" y desde entonces mi teléfono se volvió loco con tantos mensajes y llamadas de ambos hombres.
Me encontraba sentada en un café cerca del centro de Califronia, sabía que Sed me iría a buscar a casa y también sabía la hora exacta en la que Cedrik saldría del trabajo, por lo que esperaría a que el idiota al que solía llamar "mejor amigo" se cansara de buscarme, porque lo último que quería ahora era verle su puta cara traicionera.
En toda mi vida estando sola jamas me imaginé que alguna vez llamaría a alguien "mejor amigo" pero, cuando conocí a Sed, creí que era el indicado para ocupar ese puesto en mi vida. Vaya sorpresa que me había llevado el día de hoy al descubrir que estaba del lado de mi novio. Y tal vez debí de haberlo previsto, después de todo, antes de conocernos, ellos dos ya eran amigos. Probablemente no era tan bueno que todas las personas que consideraba mis amigos fuesen en común con Cedrik. Ahora podía verlo tan claro.
Terminé mi café y caminé por las calles haciendo tiempo. Saqué algunas fotos de los locales, ya que, según André, debíamos practicar. Y probablemente era extraño que le hiciera caso, pero justo ahora necesitaba una distracción para no explotar en el enojo que estaba guardando para soltar con Cedrik.
Era demasiado difícil molestarme con él. No solíamos ser de ese tipo de parejas que todo el tiempo peleaban. Tal vez se debía a la gran paciencia y la manera en la que él solía solucionar las cosas. La pelea más fuerte que habíamos teniado alguna vez, fue aquel día que nos separamos durante seis largos meses. Sabía que la razón del porqué él no había venido a mí, era, de cierta forma, que yo le había pedido que me dejara en paz, que se consiguiera a alguien más y él, en alguna parte de nuestro pasado, me había prometido que si yo le pedía alguna de esas cosas no me rogaría, que se iría. Había mantenido su palabra después de todo, y eso me hacía darme cuenta cada maldito día que de verdad me amaba. Y esa era la razón del porqué me ablandaba de una manera tan fácil con él.
Esperaba que esta vez fuese diferente, porque si lograba hacer que yo me olvidara de mi enojo con él, no lograría saber de quien putas había sido la idea de engañarme. Y probablemente esto fuese una exageración, pero ellos me conocían a la perfección y sabían como me pondría si descubría esta estupidez que habían hecho y aún asi lo hicieron. Oh, quien quiera que fuese de los dos iba a pagármelas.
Por otro lado, pensé que podría chantajear a Cedrik con esto. Es decir, ah mierda, se escuchaba mal que lo dijera, pero si quería mi perdón tendría que hacer algo por mi y por supuesto que ese algo sería salir con Caly.
Nunca en nuestra relación había recibido un chantaje de mi parte y lo peor de todo es que, ahora que lo iba a hacer, sería a propósito. Vaya mierda en la que me había convertido, pero bueno, ellos habían despertado a la bestia dentro de mí.
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𝐌𝐚́𝐬 𝐥𝐨𝐜𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐧𝐚𝐦𝐨𝐫𝐚𝐝𝐚 (Editando)
Teen FictionDespués de seis meses de haber terminado su larga relación, Lynn decide que quiere ayudar a Cedrik a cumplir su deseo más grande en el mundo, aun si no es a su lado. Por otro lado, Cedrik acepta con la ilusión de que Lynn se dará cuenta que con la ú...