El semestre había iniciado solo una semana atrás y yo solo había sustituido al profesor Quintana, quien se encargaba de dar Biología. El día de hoy había faltado y la primera clase sería con los de nuevo ingreso.
Biología 1. Muy divertido. Y sí, estaba siendo algo sarcástico.
Odiaba el hecho de que probablemente mis compañeros tendrían que buscar en dónde hacer sus pasantías, pero al menos lograrían practicar lo que habían estudiado durante tantos años. En cambio yo debía quedarme aquí un año más.
Entré al aula que le correspondía al profesor y aún estaba vacía. Siempre había sido muy puntual al ser alumno y creía que siendo el profesor eso no debía cambiar. Me senté a leer un poco de lo que había dejado el profesor en su última clase para poder continuar con ella, cuando escuché como la puerta se abría. Levanté la mirada para poder ver de quién se trataba y sonreí al ver que era Lynn.
La había conocido el viernes de la semana pasada al ser casi aplastado por ella y su auto. Era realmente preciosa. Traía el cabello húmedo y venía hablando por teléfono.
-No, mamá. -Respondió.-Escucha, Olivia no come ese tipo de atún. Se enfermara del estómago.-Frunció el ceño.-Si si, como sea. Escucha, después te marco ¿Bien?
Cuando por fin colgó, levantó la mirada notando mi presencia y sonrió de igual forma.
-¡Hey!.-Saludó.-¿Hoy serás el sexy profesor suplente de los de nuevo ingreso?-Caminó hasta sentarse en la banca de adelante, justo frente al escritorio.
-Tal parece que si.-Sonreí. Solo había convivido con ella un día y con eso había bastado para darme cuenta de que me gustaba la manera en la que hablaba. Sin ningún miedo de lo que pensaran de ella.
-Por cierto ¿Haz ido ya a California Beach? Olvidé quedar de acuerdo contigo para eso.-Recordó.
-Aún no. Pero si quieres podríamos ir saliendo de clases.-Me encogí de hombros. Al ser pasante tenía el mismo horario que los alumnos.
-Me queda perfecto.-Sonrió.-Te veré en el estacionamiento ¿Si?
-Claro. Iremos en mi coche.
-¿Por qué?
-Por la seguridad de ambos.-Comenté intentando hacerlo sonar como una broma, pero realmente hablaba muy en serio.-¿Qué hay con Olivia?.-Pregunté al no querer cortar la conversación. Como había dicho antes, me gustaba escucharla hablar.
-Es vergonzoso decir esto, pero mi gata es medio... delicada.-Suspiró .-Mi madre se equivocó de alimento y ahora tiene una infección en el estómago.-Recargó su mentón en su mano.-¿Sabes qué creo? Que si ella algún día quiere escapar, terminaría arrepentida e intentaría volver a casa, pero no lo lograría porque olvidaría como regresar ¿Qué clase de gato hace eso?.-Frunció el ceño.-Sabía que debía traerla conmigo.-Suspiró.-¿Qué hay de ti, Ced?¿Tienes mascotas?
Negué con la cabeza.
-Siempre quise un perro, pero mi padre era alérgico y cuando logré mudarme sólo, nunca tuve el tiempo para esa posibilidad. Además, era escuela y turnos dobles de mesero. Aún no creo que sea el momento, una mascota requiere mucho tiempo.
-Lo requiere.-Estuvo de acuerdo. Asentía sin dejar de verme, incluso hubo un silencio en donde fue lo único que hizo.
-¿Qué?.-Pregunté con gracia.
-Nada. Es solo que tienes algo en la cara.-Señaló.
-¿Qué es?-Le pregunté pasando mi mano por todo mi rostro.
-Tu belleza.-Concluyó haciéndome soltar una carcajada.
Lynn sonrió con satisfacción al verme reír, como si hubiese cumplido su cometido.
Al terminar con la jornada escolar, Lynn y yo habíamos ido a California Beach. Ambos habíamos conseguido una oportunidad, por lo que ahora no solo coincidíamos en la universidad, sino también en el trabajo. Con el tiempo me fui dando cuenta de cuanto me gustaba pasar tiempo con ella.
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𝐌𝐚́𝐬 𝐥𝐨𝐜𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐧𝐚𝐦𝐨𝐫𝐚𝐝𝐚 (Editando)
Roman pour AdolescentsDespués de seis meses de haber terminado su larga relación, Lynn decide que quiere ayudar a Cedrik a cumplir su deseo más grande en el mundo, aun si no es a su lado. Por otro lado, Cedrik acepta con la ilusión de que Lynn se dará cuenta que con la ú...