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—Chan. ¿Estás bien?

Cerró las cortinas de su habitación. Agradecía que su madre no se encontrara en la ciudad por ahora.

— Lo estoy, sólo... Me preocupa Jisung.—  Caminó hasta donde estaba su acompañante y se abrazó a su torso, siendo el abrazo correspondido.— ¿Y si el alfa no reconoce el lazo? No quiero que Jisung sufra. Él no lo merece, Woojin.

El chico castaño sólo abrazó aún más fuerte a Chris.— Lo sé, cariño. Pero realmente no puedes hacer mucho. Nadie sabe quién es el alfa que lo marcó y, si el alfa rechazó el lazo; no tiene mucho tiempo para saber quién lo hizo.

— Le quedan unos meses para saber.— Suspiró, apartándose un poco del alfa.— Sólo espero que no termine sufriendo por eso. El pequeño lazo que tienen, causa que Jisung sienta cosas que el alfa siente. Jisung sabe que el alfa está confundido, pero aún así, no puede saber quién es.

Kim tomó el rostro del rubio con ambas manos, y se acercó lo suficiente para dejar un pequeño beso en sus labios.
Eran momentos como ese en los que amaba tener a su alfa a su lado.

— Lo único que podemos hacer es esperar. Sí Jisung sale herido, prometo ayudarte a que él esté mejor.

— Te quiero tanto.— Murmuró, aferrándose nuevamente al mayor.— No sé qué es lo que haría sin tí.

— También te quiero. Pero, prometimos no tocarnos mucho. — Aún con una adorable sonrisa, se apartó del rubio.— Nuestros aromas se mezclaran y tú madre o tus amigos podrían darse cuenta.

Suspiró— Lo sé, pero no quiero soltarte.— Observó sus manos aún juntas. Cada vez sentía más la necesidad de estar con su alfa.

— Sé que ambos prometimos que esperaríamos, pero créeme; realmente te necesito.— Sin poder contenerse, acarició la nariz contraria con la propia. Los pequeños toques que tenían cada vez que se veían a escondidas eran tan valiosos.

Todo inició hace varios meses. Ambos sabían que estaban predestinados desde el primer momento en que se vieron; pero el miedo era fuerte, por lo que mantuvieron distancia.

Pero ninguno de los dos podía soportarlo. El celo de Chris no lo afectaba solamente a él, también afectaba a Woojin con su intenso aroma, por más que pudiera ocultarlo del resto, nunca podría ocultarlo de Woojin.
Cuando no pudieron soportar más la distancia y, cuando ambos lobos pedían a gritos poder estar el uno con el otro, decidieron que era momento de hablar.

Se reunieron fuera de la escuela, escondidos en la zona boscosa del parque. Apenas se vieron, no pudieron contener a sus lobos que pedían a gritos el contacto, por lo que, haciendo caso a sus instintos, tuvieron besos y roces algo calientes.

Sabían que tenían que controlarse, que apenas se conocían el uno al otro. Llegaron al acuerdo de conocerse en secreto, no querían generar mal entendidos en la escuela.

A veces se reunían en la casa de alguno de los dos, pero mayormente en la de Chris.

—¿Realmente importa que nos descubran?— Los adormilados ojos de Chan hicieron contacto con los de Woojin.

— Realmente no. No me molestaría que supieran que el destino me puso a un hermoso omega a mi lado.

— Eres increíble.— ambos rieron. Sus lobos gruñían gustosos de los besos que comenzaron a darse con lentitud, lentitud que rápidamente fue reemplazada por intensidad.— Woojin... Realmente quiero hacerlo.

— Pero no puedo marcarte.— Mientras sus frentes permanecían juntas, ambos murmuraban.

— P-podemos saltar esa parte.— Sugirió, ambos eran muy jóvenes para formar un lazo.— Pero... Tú sabes que... Bueno...

Marca ⟩ MinSung ⟨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora