Marca ⟩ MinSung ⟨

»24«

-¿Me amas? ¿Por más roto que esté?

- Si no estás roto, ¿Cómo podría entrar la felicidad en tí?

[...]

¿Por qué Brian lo había llamado?

Era extraño, Minho creía que el hermano de Jisung lo odiaba a muerte luego del accidente, que jamás le volvería a dirigir la palabra.

Pero ahí estaba, cara a cara con el hermano mayor del omega de sus sueños.

-Seré lo más breve posible. - El alfa mayor rompió el silencio. - Jisung es mi hermano, es una de las personas por las que daría mi vida, eso lo entiendes. Tú eres un buen chico, pero eres un completo idiota si se trata de mi hermano.

Lee soltó una pequeña risa.- Lo sé, hyung. Sabes que nos volvemos torpes si es por un omega.

- Sí, es verdad. Pero, aún así te guardo rencor por lo que pasó.

- Aún no entiendo el motivo de tu llamada, Hyung.- Se acomodó en el sofá, permitiéndose deleitarse con el lejano aroma de Jisung, estaba en su habitación.

- Supongo que desde aquí puedes oler a mi hermano. Él está en celo.- Suspiró, jurando tener una charla con su madre por haberlo obligado a llamar a Minho.- Si un omega macho es irregular, las épocas de celo son más dolorosas. No me agradas, Minho, pero mi hermano te necesita ahora.

-¿Me estás pidiendo que suba con él?

- Creo que sí. Estuvo toda la noche sollozando creyendo que nadie lo oía. Le duele.

-¿Tus padres saben que estoy aquí?-cuestionó, quería asegurarse de que podría estar con su omega sin ser echado a patadas.

- Ellos me pidieron que te llame.

Se relajó, al menos lo reconocían como alfa del menor de la familia.

-No puedo quedarme ahora, pero puedo hacerlo esta noche. Mi madre me necesita en casa.

- Al menos ve a calmarlo ahora, creo que con un rato es suficiente.

- Bien, con permiso.

Se levantó del sofá, aún sentía la mirada hostil del mayor, sabía que ya no era tan bien recibido pero mucho no podía hacer, ahora la prioridad era su pequeño.

Ya en el segundo piso, abrió despacio la puerta que conocía bastante bien.
La habitación estaba a oscuras y sin hacer ruido, asomó la cabeza.

Su omega estaba boca abajo, totalmente desnudo y abrazando una almohada, sus caderas levantadas y los dedos de su mano derecha irrumpiendo en su entrada, estaba lleno de sudor y mojado por el lubricante natural.

-M-Minho...- gimió bastante débil, aún no notaba que el alfa había entrado y cerrado la puerta. Toda la habitación estaba llena de feromonas de omega.- Mmh...Más adentro...

Lee sintió algo apretado en sus pantalones, se quedó parado en silencio y observó la espalda del omega, deleitado.

-Ngh...Minho~

Mierda, los dedos iban cada vez más profundo, los sonidos viscosos eran más audibles y el omega gemía cada vez más.

-Follame, Daddy.

- Jisung.

Su voz salió rasposa, el omega se asustó y volteó su cuerpo para ver al alfa.

- Hy-hyung yo...Puedo explicarle...

Se veía tan lindo, totalmente sumiso y frágil. Sus labios rojos de tanto morder, su cabello algo despeinado y sus mejillas rosadas.

- No hay nada que explicar. - Tomó la silla del escritorio del omega y se sentó en ella, teniendo una vista completa del menor. - Adelante.

-¿Q-qué?

-Continúa con lo que hacías.

- Hyung...Yo...

- Me encantas. - Interrumpió. Se cruzó de brazos y su mirada seria penetraba la mirada sumisa de Jisung.- Me pones duro, no te imaginas lo mucho que me gusta y a la vez me duele. Quiero que te toques para mí. Hazlo y esta noche te ayudaré con tu celo.

-P-pero...uh...

-Hazlo por Daddy, bebé.

Mentiría si no dijera que esas palabras lo calentaban de sobre manera.

Sin tener noción del tiempo, obedeció. Se acomodó en una posición boca arriba donde Minho pudiera verlo todo, y comenzó.

Lamió sus dedos para luego llevarlos a su entrada. No fue necesario esperar, estaba lo suficientemente dilatado para empezar con 3 dedos y meterlos lo más que pudo, jadeando al sentir sus músculos dilatados.

Llevó su mano libre a su boca, callando sus sollozos de placer.
Su miembro erecto llamó la atención del alfa, quería ayudarlo, quería hacerle el amor tan duro que el omega se sintiera agotado, pero no, debía esperar.

-M-Minho...Basta.

Sonrió. - Yo no estoy haciendo nada, cariño. Tú lo haces.

-¡Ah! Mm...

- Ve más profundo. - Sugirió, pero con esa expresión, todo lo que dijera sería tomado como una orden para el menor.

Lo intentó, intentó llegar más profundo, sus piernas se separaron aún más y sintió algo rozar su próstata.

Un grito agudo lastimó su garganta, sollozó a la vez que levantaba una de sus piernas, sacó los dedos y con su entrada aún dilatada, se corrió.

- Hyung...ah

- Lo hiciste bien. - Murmuró, acercándose al tembloroso omega y se apoyó en sus brazos. - Apartir de ahora no puedes tocarte, esperame hasta la noche. ¿Quedó claro?- Gruñó gustoso, el omega tenía un hilo de saliva en el borde de sus labios y su cuerpo seguía temblando.

- Sí...

- Recuerda, si te tocas lo sabré.

-¿ A-Acaso te vas?

- Tengo que preparar todo para esta noche.