ᴀ ᴇsᴄᴏɴᴅɪᴅᴀs 《ʀᴜɢɢᴀʀᴏʟ》

| CUARENTA Y CUATRO(*) |

Creo que el título de abajo lo dice todo, si no quieres leer está parte por favor pasa al siguiente capítulo (ahre es decir mañana)

●PASIÓN●

Ruggero

—Vamos a la sala y te explico—susurro, levanto mi mirada y ella está mirando la playa

—No Ruggero, no tienes por qué explicarme—deja mis sandalias a un lado y agarra los suyo—¿Me das mi celular?—pregunta sin mirarme, extiende su mano, y se lo doy—Hasta mañana Ruggero—y sin más se va corriendo a lo que parece el cuarto de huéspedes que está vacío.

No es lo que piensa, no es que ya le perdone a ese señor, no es eso. Yo si me iré a Italia, y lo posible será que no vuelva por qué mi madre y hermanas me van a necesitar y mucho. Pero no sé el por qué siento la necesidad de explicar a Karol sobre mis planes. Camino hasta llegar a la puerta por donde Karol había entrado hace unos minutos, sé que no me abrirá y que posiblemente me esté odiando, pero tengo ventajas Mike me dio las llaves y eso implica las llaves de todos los cuartos, abro sin hacer mucha bulla y ella estaba sentada en el pequeño sofá que había al frente de la ventana. Me siento en cama pero la puerta lo cierro con seguro, ella me mira pero vuelve su vista a la ventana.

—Es parte de mi plan—empiezo, ella sigue mirando por la ventana—Iré a Italia para tratar de ganarme la confianza de ese señor, acepte o no acepte él nos va a obligar, sé que soy mayor de edad pero Valentina todavía no lo es, si no hubiera aceptado él se hubiera llevado a Valentina y no puedo permitir que se la lleven y le hagan sufrir con sus puterías. Si acpete ir a Italia es por qué ahí será donde revelare todo a mi madre, haré que abra los ojos—explico, ella asiente—y no volveré posiblemente por qué ella me va a necesitar justo a mis hermanas, por qué de algún u otra forma sé que van a sufrir—termino, ella sigue mirando por la ventana

—No tenías por qué explicarme—me estoy desesperando de que no me vea

<< No sé el motivo pero necesito que me entienda >>

—Pero lo hice—respondo frustrado

—¿Puedes dejarme sola?—pregunta por fin mirándome, niego

—Estás borracha no te dejaré sola—justifico aunque sé que ya se le paso la borrachera pero hay algo que quiere que me quede acá

—Creo que los dos sabemos que no estoy borracha—me mira fulminándome con la mirada—Así que creo que te conviene que te vayas—suelta fría, no aguanto más

Voy donde ella, la cargo estilo nupcial y le dejo sobre la cama mientras ella empieza a patalear, la ignoro, la dejo debajo de mí y agarro sus manos al lado de su cabeza, ella trata de zafarse pero lo impido

—¿Por qué te enojas?—susurro mirándola, ella me reta con la mirada

—¿Por qué te importa?—responde

—¿Por qué estás a la defensiva?—quiere jugar pues juguemos

—¿Por qué te gusta joder?—río

—¿Por qué eres tan renegona?—

—¿Por qué eres tan imbécil?—

—¿Por qué no puedes ser buena onda?—

—¿Por qué mejor no te vas de nuevo a la fiesta?—

—¿Por qué mejor jugamos?—sin querer empiezo a mirar sus labios