| NOVENTA Y DOS |

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●CUIDAR●

Ruggero

—Despacio cariño—susurra en mi oído, bufo y termino de sentarme.

—Karol, nena estoy bien—ella se sienta a mi lado.

—Nada de estoy bien Pasquarelli—me da un leve golpe en mi hombro mientras me fulmina con la mirada y se cruza de brazos—gran susto que me diste pendejo—río enrollando mi brazo derecho sobre su cintura—No manches Ruggero, sentí que te perdía—susurra, sonrío mientras apoyo su cabeza sobre mi pecho y dejo caer la mía sobre la suya.

—Jamás me vas a perder amore mio—musito sobre de cabeza, dejando un beso sobre su cabeza.

Hace aproximadamente cinco horas me dieron de alta luego de estar tres días en el hospital, días en el cual ella siempre estuvo sosteniendo mi mano asegurándose que este bien. Sé que Ismael está con una quemadura grave en todo su brazo izquierdo y mi madre también acaba de salir del hospital. No pude verla pero por lo poco que sé ella está cada vez mejor. Mis hermanas estuvieron informándome de todo al igual que mi linda novia.

—Voy a quedarme está semana a tu lado—me informa, le sonrío mientras ella apoya su quijada sobre mi pecho.

—¿La universidad?—pregunto.

—Con ayuda de mi mamá logré pedir permiso de estar a tu lado—desvía su mirada.

—¿Qué hizo la pequeña Sevilla?—pregunto con una sonrisa, siendo consciente de que me está mintiendo.

—Puede que alguien falsifico sobre una receta médica—me dice mientras juega con sus dedos, río y la aferro a mí, ella esconde su cara en mi pecho.

—Por eso te amo—bromeo, escucho su risa, el mejor sonido de mi vida.

[...]

Karol

—¿Cómo se encuentra mi hermano?—pregunta Malena, sonrío abriendo la puerta, Valentina entra corriendo literalmente, se dirige de frente al cuarto de su hermano, volteo a ver a Malena que me sonreía, le devuelvo del gesto.

—Mejor, la quemadura ya están cicatrizando, unos días más y estará como si nada hubiera pasado—la pelinegra me sonríe tras suspirar.

—No sabes como me asuste cuando Ruggero entro a la casa—asiento igual de angustiada, lo que sentí en ese momento fue horriblemente único—Te prometo que si le pasaba algo yo—sus ojos se cristalizan, apoyo mi mano sobre la suya haciendo que me mire.

—Male ya no pienses en eso, él está bien—le sonrío, ella asiente y me devuelve el gesto—Mejor anda ve a chequear antes que Rugge se termine estresando con todas las preguntas que le hará Valu—ella ríe.

—Voy a salvarlo—asiento, Malena corre hacia la habitación de su hermano, río cerrando la puerta.

Cuando iba a subir, un sonido proveniente del teléfono del departamento de Pasquarelli llama mi atención. Decido contestar.

Phone Call

—Hijo—un sollozo se escucha—Rugge cariño—reconozco la voz.
—Patrizia—susurro—Soy Karol—comento, silencio.
—Karol, ¿dónde está Ruggero?—su voz se escucha raposa.
—Valentina y Malena acaban de llegar, están pasando un momento juntos los tres—escucho un suspiro.
—¿Cómo está él? Voy a ir a verlo—sonrío.
—Ruggero está mejor Patrizia, cada día mejora más no te preocupes—otro suspiro de su parte—Patrizia recuerda que estás en reposo—ella se queda en silencio.
—Karol primero está mi hijo antes que mi salud—sonrío.
—Patrizia, Ruggero te quiere ver bien no mal—
—Pero quiero verlo—asiento.
—Hacemos un trato, te recuperas lo que queda del día. Mañana vienes junto a Ismael y retomamos lo que iba a ser el almuerzo del sábado pasado en la misma hora y en el mismo lugar, ¿sí?—
—Por supuesto—accede automáticamente, sonrío a Rugge le va agradar ver a su madre—Gracias Karol—sonrío.
—No te preocupes Patrizia, no vemos mañana—
—Así será—
—Cuídate—finalizo.

ᴀ ᴇsᴄᴏɴᴅɪᴅᴀs 《ʀᴜɢɢᴀʀᴏʟ》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora