El rechazo

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Punto de vista de narrador omnisciente

King era el típico chico enamorado a morir de su mejor amiga, Diane, el solo buscaba por el bien de ella, aunque le costará su propia vida, este también hacia lo posible para verla sonreír siempre, incluso si eso era ayudarla a enamorar a otra persona, pero él no se quejaba, ya que el amor por ella era tan grande y fuerte que no le importaba si ella era feliz con otro, solo que fuera feliz.
Mientras que Diane era una chica muy animada y alegre, la cual era muy raro verla con lágrimas en los ojos, principalmente porque su mejor amigo King buscaba el modo de animarla siempre, ella quería a su amigo demasiado, pero ella dudaba en algo, si ella empezaba a amar a King, pero sus conclusiones eran negativas ya que ella amaba a Meliodas.

Un día cualquiera un chico de ojos miel se levantó de un sueño muy pesado, este se quedó sentado en su cama y empezó a pensar, y en una de sus ideas se le ocurrió algo, lo cual era decirle a Diane sus sentimientos hacia ella, solo que no quería de una manera común, este no le preguntaría ser algo más, solo diría lo que siente.
Este se levantó de golpe de su cama y empezó a hacer algo en un pequeño escritorio que tiene.
Diane por su parte había despertado tiempo antes, ella cada día iba a la casa de su mejor amigo, ya que era su costumbre estar en aquel lugar.

Cuando Diane llegó se llevó una sorpresa, había una nota pegada en la puerta de la casa de su amigo, está la abrío y sonrió, era un juego, un juego el cual por la letra en la que estaba escrito estaba creado por King. En la nota estaba un juego de buscar y encontrar, ella tenía que buscar distintas cosas en las afueras de la casa, las cuales estaban escritas en la nota, solo eran tres, así que no seria complicado para ella, después de unos minutos encontró las cosas, eran un ramo de flores, una nota con un corazón y un pequeño cofre con dos llaves, una de la puerta de aquella casa y la otra de ese cofre.
Al abrir la puerta de la casa se encuentra a un King sonriéndole.

-Felicidades Diane, superaste el juego ¿Te divertiste?- dijo con una sonrisa el de ojos miel.

-Claro que me divertí, eres el mejor- dijo la de ojos violeta para abrazarlo -Y cual es mi recompensa- dijo separándose del abrazó.

-Bueno, si se le puede considerar recompensa, es lo del cofre, las flores y la nota- dijo el con un sonrojo pronunciado en sus mejillas.

Ella estaba confundida, tomo la nota y empezó a leerla, con forme leía su sonrisa desaparecía de poco en poco, una vez que terminó, tomo la nota y la hizo una bola completamente, ella lo miró seriamente.

-¿Es una broma?- dijo sin su sonrisa.

-No... No es una broma...- dijo preocupado y mirando a otro lado.

-King... Sabes que yo amo a Meliodas... Además yo nunca podría amar a mi mejor amigo... Te aprecio, pero no a tal punto- dijo con seriedad mientras se dirigía a la salida del lugar -Lo siento, pero yo no puedo amarte... Busca a alguien que lo pueda hacer...- dijo ella para salir de ahí.

King sabía que ese sería el resultado, pero aún así no pudo evitar empezar a llorar y llorar, estaba desconsolado, ni siquiera su hermana que había llegado horas después pudo consolarlo, parecía que le hubieran arrancado un pedazo de su alma.

Continuara...

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Qué tal, bueno, este capítulo es una especie de prólogo para dar una idea de lo que pasará.

Gracias por leer este capítulo.

De antemano, gracias por su atención.

Kiane ~ Te QuieroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora