Tarde de chicas

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Punto de vista de Diane

Después de que los chicos se fueran yo me empece a preocupar, no quería que corrompieran a mi osito de miel, pero esta preocupación desapareció cuando las chicas me hablaron.

-¡DIANE!- grito Nadja en mi oído.

-¿Eh?- dije aturdida.

-Te decíamos si vamos a comprar algunas cosas- dijo Elaine sonriéndome.

-Para ir a una fiesta mas tarde- dijo Elizabeth sonriendo al igual que Elaine.

-Si, claro, aprovecho y compro algo para verme mas linda para mi osito de gomita- dijo brincando de felicidad.

-Ya Diane, King no esta aquí, ya le puedes decir por su nombre- dijo Merlín en un tono de burla.

-No quiero, el es mi osito este o no conmigo, además, quiero desquitar todo el tiempo que no estuve con el- dijo sonriendo.

-Esta bien, como digas, hay que irnos- dijo Nadja dirigiéndose a la puerta.

Después de eso nos encaminamos a recoger a Violeta, ella no me traía buena espina, odiaba que fuera amiga de mi osito de gomita, pero no puedo juzgarla, me ayudo a encontrarlo, de cierta manera.
En cuanto llegamos, no te como salia aquella chica, pero para mi mala suerte, tenía la misma blusa que yo, eso me enojo un poco, pero no podía hacer nada mas que fingir una sonrisa. Todo el caminó hablábamos y convivíamos, tengo que admitir que en ese momento Violeta no parecía mala persona, al contrario, era muy dulce, y por algún motivo temí de eso, ya que no quería que se robara a mi pequeñín.

Cuando llegamos al centro buscamos de inmediato una tienda de ropa para buscar algo lindo que ponernos, pero en todo el tiempo me sentía observada al igual que incomoda, después de unas cuantas horas buscando, había encontrado un vestido que me parecía perfecto para una cita con mi osito de miel, además de que era elegante.
Al salir de la tienda todas estaban listas, incluso Violeta, que para ese momento ya me había agradado bastante, era bastante similar a mi, por lo cual hicimos una pequeña amistad.

Después de esas compras nos dio un poco de hambre, por lo cual decidimos ir a un restaurante, cuando entramos tomamos asiento y ordenamos, en ese momento vimos que entraron algunas personas que se sentaron al otro lado del restaurante, esas personas eran los chicos, yo solo miraba a mi pequeño, se le veía muy feliz y eso me hacía feliz, ellos solo jugaban y reían, parecían niños pequeños.
Ya que comimos decidimos ir a prepararnos para aquella fiesta, aunque en el camino me seguía sintiendo observada, pero lo ignoraba por completo. Una vez que llegamos nuevamente a casa de Meliodas nos preparamos, pasaron unas cuantas horas y al fin estábamos listas para salir, por suerte esa fiesta era relativamente cerca de donde nos ubicábamos, así que no tardamos mucho en llegar.

Las chicas y yo empezamos a beber y platicar, todo estaba bien, hasta que tuve la necesidad de ir a un baño, cuando regresaba un chico de cabello verde, un poco mas bajo que yo me ofreció una bebida, al ir vestido de mesero no dude dos veces al tomarla, en ese momento no supe lo que paso ya que empece a ver todo borroso, hasta que pude visualizar un poco mejor me encontraba en una habitación, mientras que del baño de aquella habitación salia mi osito de miel.
En ese momento inicio una noche un poco mas ruda que la anterior, pero por algún motivo en esta no sentía su cariño como en la anterior, una vez que termino ese momento me quede profundamente dormida.

A la mañana siguiente intente buscar a mi pequeñín, pero no se encontraba en la habitación, entonces tome mi celular, pero al encenderlo note que tenia mas de 100 mensajes y 20 llamadas, todas estas de las chicas, al leer todos los mensajes lo que predominaba era la pregunta "¿Dónde estás?", a lo cual yo respondí donde estaba.

En menos de 10 minutos las chicas habían llegado por mi, después de eso decidimos regresar a casa de Meliodas para ver a los chicos, realmente los extrañábamos, pero yo un poco menos ya que lo había visto en la noche anterior.

Cuando llegamos decidimos entrar, al parecer los chicos habían llegado antes que nosotros, pero note como intentaban consolar a alguien, solo se escuchaba ese llanto, al intentar visualizar mire que era King el que lloraba.

-¿Qué te pasa amor?- dije preocupada mientras me acercaba.

-¿Tan descarada eres?- dijo Gowther con enojo.

-¿Eh? ¿De qué hablas?- pregunte algo asustada.

-Habla de esto- dijo tomando el celular de King mostrándome un vídeo.

Con esto sabía que sería el fin de todo, de nuestra historia de amor, seria el fin de nuestro Kiane...

Continuara...

Kiane ~ Te QuieroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora