Capítulo 13: La raza bendita.

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Capítulo 13: La raza bendita.


"Luchar hasta el último aliento." Enrique VI, William Shakespeare.



Ruinas de Argus (a 80 millas de la ciudad de Calipso):

Si bien la primavera había llegado con enormes olas de calor, en las noches de aquella región era frecuente que densas cortinas de niebla se alzaran dificultando la visión y nublando los sentidos, no por nada los locales apodaban esos asentamientos como el Laberinto de las Almas, ya que, según las antiguas historias, en los inicios de Eldarya una de las primeras civilizaciones de faeries se había establecido en esas tierras para luego desaparecer, tras las invasiones terrícolas, en una nube de incertidumbre y misterio, tras eso, se rumoreaba que las almas de aquellos desafortunados aún rondaban las ruinas, hundiendo a aquellos de mal corazón, en las cientos de ciénagas que la rodeaban para jamás nunca dejarlos emerger.

Aun si todo mantenía alejados a los lugareños de aquella zona marcada por la desgracia del pasado, habían quienes, haciendo oídos sordos de las advertencias, se aventuraban por aquellos fétidos pantanos, esquivando los fuegos fatuos que se alzaban de las aguas turbias y recorrían los escombros en busca de un tesoro. Tal era el caso de aquel aventurero caído en desgracia que, después de haber perdido su honor y ser repudiado por su señor, se había visto obligado a dejar atrás su estirpe gloriosa y adentrarse en el mundo incierto de los caza-recompensas... Sus inicios en esta empresa no habían sido tan malos, era cierto que había tenido que enfrentar las miradas recelosas de aquellos que ya llevaban tiempo en ese rubro, pero por suerte, ya que poco quedaba de su bendición en él, nadie reconoció su raza faérica por lo que, haciéndose pasar por un faelienne, había logrado escapar de las preguntas y centrarse en su nuevo camino y así... sobrevivir. Era en este contexto en que había logrado hacerse con una misión importante cuyo pago era mucho más que tentador, gracias a que el buhonero que frecuentemente tomaba las peticiones como esta había pedido una licencia, casos como el que tenía entre sus manos se habían convertido en carroña para los caza-recompensas... Por cierto... ¿qué había llevado a este buhonero a tomar una decisión como esa? Él había pertenecido a una de las clases más bajas de su raza por lo que poco había podido compartir con la élite de la Orden, no obstante sí había escuchado hablar de Caleb Let Sagmun e, incluso, lo había visto en el campo de batalla en el pasado... Y ese joven, definitivamente, era la muestra viva de la Era Dorada faérica que ya casi parecía un mito... Entendía así porque incluso los fenghuang les respetaban de la manera en que lo hacían a pesar de que no eran considerados una de las razas principales, aun si, entre líneas, se sabía que en cuanto a poder, seguramente los miembros de la Orden, sobre todo aquellos de sangre-pura, eran más fuertes que los fenghuang y, seguramente, que los daemons...¡Ah! Había sido una época gloriosa... él recordó que, incluso si no era de la élite, más de una vez vio que las miradas de asombro se clavaban en él, incluso después de la caída de la Orden sucedida hacía siglos atrás, los sobrevivientes de su raza gozaban de respeto... o por lo menos aquellos que habían mantenido intacta su bendición honrando El Código... él, por su parte, no había podido hacerlo, había caído en la tentación y la depravación más rápido de lo que había imaginado... Ahora que lo pensaba... Caleb Let Sagmun también parecía tener problemas con su bendición... lo había visto una vez en Calipso y lucía distinto de cuando lo vio aquella vez en Ichab... ¡por el Oráculo! ¿Acaso eso significaba que ese era el fin de su raza...? Si ese joven desaparecía definitivamente sería el fin... él no había sido un hombre noble, no había honrado su linaje, pero al menos el mundo no podía perder un símbolo de unidad como el que ese heredero representaba, un símbolo que, a su pesar, rápidamente había comenzado a ser olvidado en Eldarya...

El Legado  de Rapsodia (Temporada 1) [Eldarya]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora