Capítulo 14: Lazos antiguos, lazos nuevos.

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Capítulo 14: Lazos antiguos, lazos nuevos.


"Conseguir lo que quieres es tan difícil como no conseguir lo que quieres. Porque entonces tienes que averiguar qué hacer con ello, en lugar de averiguar qué hacer sin ello." El reino de la posibilidad, David Levithan.



La brisa sopló con suavidad sobre la cubierta al tiempo que un bamboleo se hizo presente en la proa, guiados por los gritos del contramaestre, al instante los marinos se pusieron en acción revisando anudadoras, recogiendo rollos de jarcias y verificando poleas, cuando el flexible vigía giró su cabeza de águila hacia el horizonte y gritó a todo pulmón: ¡Los Arcos Etéreos a la vista! El trabajo de todos se centró en el palo mayor, para así hacer contención de la vela principal y los fuertes vientos que azotarían a El Amanecer en cuanto cruzaran la entrada que los conduciría a Ávalon.

A pesar de los esfuerzos de su escolta, Feng Lee no pudo mantenerse sentado en la silla en el interior de su camarote y, bajo el pánico de su pedagogo, saltó al suelo y salió a la carrera al pasillo, en el cual ya comenzaba a abarrotarse de pasajeros y eruditos con grandes rollos de pergaminos bajo el brazo y alguno que otro artefacto de medición mánica; ¡era un caos de exclamaciones, piernas y brazos... y también un par de colas! Impaciente, el joven fenghuang se arrojó al suelo y comenzó a reptar por entre los exaltados curiosos, aprovechándose de su delgado cuerpo y baja estatura, y haciendo oídos sordos de los gritos llenos de preocupación de su mayordomo, una vez que hubo alcanzado la escalerilla que daba a la cubierta, subió apegado a la pared los escalones colándose por entre aquellos que luchaban por salir y presenciar el espectáculo en primera fila, por suerte para él, algunos ancianos reconocieron su raza y, haciéndose a un lado tras realizar una reverencia, le permitieron salir de aquella masa de faeries y correr hacia el mascarón de proa en el momento justo cuando el trabajo de preparación de las velas concluía y los arcos mágicos de Ávalon se alzaban ante la embarcación como perfectos anillos de cristal.

Nunca había visto algo semejante, conteniendo la respiración, el muchacho se apoyó en el bauprés* y observó cómo los símbolos se contención y repulsión se encendían en aquella construcción que parecía flotar sobre el océano; él había leído que Ávalon estaba protegida por poderosas salvaguardas alimentadas con el maana de las mismas Reinas Hadas y que eran personalmente vigiladas por su alteza Thetis, no se extrañaba entonces que los eruditos de diversas academias de las Artes se interesaran con tanta efusividad en la compleja red de conjuros, transmutaciones y exorcismos que amalgamaban estos arcos traslúcidos; el entenderlos, o al menos, acercarse a su comprensión, les permitía perfeccionar sus propios conocimientos en las artes y así asegurar el bienestar de los pueblos a los cuales representaban, en esa ocasión, en especial, Feng Lee había podido ver a Grandes Sabios provenientes incluso de Ichab...

El Legado  de Rapsodia (Temporada 1) [Eldarya]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora