Capítulo 17: Preludio a las sombras.

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Capítulo 17: Preludio a las sombras.



Reglas sagradas de El Código de un Caballero:

3.- Jamás atacar a otro Caballero de Ávalon a menos que haya sido ofendido o provocado poniendo en riesgo su vida o integridad.

4.- Proteger al inocente y al indefenso aun a coste de su vida.




Nave lateral sur, biblioteca principal (hacía 300 años atrás):

Eran más de las 11 de la noche y ya todos dormían en el templo, la priora*, una hada moura** de larguísimos cabellos dorados y rizados, avanzó por el pasillo escuchando como las cortinas de agua que descendían por el muro a su derecha, ronroneaban sobre la canaleta del suelo construida con cuarzo y malaquita, había estado hasta muy tarde en la sala de documentos verificando los registros de la estabilidad del eón Relith, el espíritu sagrado del rio principal que cruzaba la región de Whisvistle del territorio de la Reina Hada Moronoe. En el último tiempo el Rey Espiritual había estado muy inactivo y aquella dama había comenzado a pensar que, después de tantos años desde la última migración, el viejo eón estaba llegando al cénit de su existencia... ¡Por los Dragones! En Eldarya había tanto Polvo Existencial pero tan irregulares Rutas de Flujo que, estos nobles y puros seres estaban comenzando a sufrir las consecuencias del incompleto Sacrificio Azul, en los últimos 100 años la mayoría de los Eones que habían dejado la Tierra con el pueblo faerie habían regresado al intersticio en busca de nuevos mundos, si esto seguía así, llegaría un momento en que los templos no serían más que cáscaras vacías, el problema radicaba en que eran estos los que ayudaban a los cristales del Oráculo a mantener un flujo constante del Polvo y así la producción de maana, el día en que ya no habrían eones en Eldarya, sería el día en que un periodo triste, para aquellos faeries con una fuerte conexión con la naturaleza, comenzaría...

¡CLINK!

Ella se detuvo, la priora miró a su derecha, hacia el pasillo que conducía a la sala de oración, ¿las sacerdotisas seguían trabajando? Es cierto que la reina Moronoe les había pedido verificar con mayor atención la estabilidad de las Venas Pulsantes que cruzaban Ávalon, pero esto era mucho más que entrega y dedicación, tal vez, ¿estarían jugando? Habían varias sacerdotisas nuevas muy energéticas en el grupo de oración, por lo que no se sorprendía que estuvieran haciendo travesuras cuando creían que todos dormían, de esta manera, dejando escapar un suspiro pesado, la moura se alzó la falda de seda y satín y se encaminó hacia el lugar del cual procedía aquel sonido metálico, pero al llegar ante el arco de cuarzo rosa su piel se puso tan fría como el hielo, algo... muy malo estaba sucediendo... Ella se llevó la diestra al pecho y crispó los dedos sobre las cuentas de piedras preciosas que colgaban de su cuello, aguantando la respiración avanzó mediante pasos silenciosos y cortos y escudriñó la penumbra, las Piedras Gates estaban opacas, el maana de sus interiores se había agotado y la poca luminiscencia que había en la sala provenía del tragaluz de cristal de la parte más alta de la cúpula de mármol... Ella avanzó otros pasos, distinguió las plantas y flores del jardín interior y escuchó el agua que se escurría por entre las rendijas del suelo..., apretó los labios y aceleró su andar, pasó con el corazón desbocado los tótems de piedra que se alzaban a los costados del sendero y se dirigió al altar...

El Legado  de Rapsodia (Temporada 1) [Eldarya]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora