Capítulo 4: Contrato de lealtad.

156 32 5
                                    

Capítulo 4: Contrato de Lealtad.

"Corta tu propia madera y te calentará dos veces."
Henry Ford.

Comarca de Perpat, localidad perteneciente al ducado de Roxma:

Habían transcurrido dos semanas desde que Hannah había conocido a Caleb, en ese lapso de tiempo habían pasado por varios pueblos pequeños donde el buhonero tenía negocios programados con antelación, actualmente, Perpat, habitada principalmente por brownies y zootropos*, era el objetivo del comerciante itinerante debido a que la comarca era el principal exportador de Gemas Gates del norte de Jade. Él le había explicado anteriormente que, si bien Eldarya era un mundo donde el flujo de maana era abundante, no todos los faeries o faeliennes tenían la capacidad de manipularlo a voluntad, es ahí donde entraban en juego los catalizadores, confeccionados principalmente por piedras y gemas preciosas con capacidades de retención mánica. Dentro de la amplia gama que iban desde rubíes, diamantes o zafiros Arcanos, utilizados para la confección de armas de baja y media calidad, hasta Cristales Draco destinados a hechizos de gran envergadura, las Gemas Gates eran las más populares dado que servían para fines variados, que iban desde cosas básicas como iluminar una habitación hasta hacer funcionar artefactos complejos como aquellos pertenecientes al área de la alquimia o medicina.

Ahora bien, ¿qué pretendía Caleb en Perpat? Pues simple, un intercambio equivalente, lo que sucedía comúnmente con aquellos pueblos dedicados al comercio de piedras o gemas mánicas, era que si bien rebosaban de estos productos, escaseaban de artefactos en los cuales usarlos, es ahí donde entraban en juego los comerciantes ambulantes y, principalmente, los buhoneros, Hannah en estas dos semanas había comprendido lo importante que eran estos últimos para la estabilidad de Eldarya, si bien era cierto que los buhoneros se movían tan silenciosos que la mayor parte del tiempo pasaban desapercibidos, eran ellos los que se jugaban la vida obteniendo los más extraños objetos como también los principales ingredientes para la creación de Portales, no obstante, aun si eran famosos por su eficiencia en ésta última tarea, la mayoría de la población de Eldarya prescindía de sus trabajos en esa área ya que los precios que cobraban a modo de compensación a sus servicios eran desorbitantes, por lo que, a pesar de los riesgos, las localidades pequeñas se las valían por sus propios medios para obtener los ingredientes necesarios para los portales a la Tierra, relegando los servicios de los buhoneros, en este tema, a las grandes capitales que sí tenían los recursos suficientes como para contratarlos.

La importancia que estos vendedores y recolectores tenían en el proceso de abastecimiento de Eldarya era tal, que la inmunidad que los buhoneros ostentaban se había dado por sí sola y de manera natural; Hannah se había preguntado varias veces por qué los proscriptos que la habían atacado el primer día de su llegada a este mundo habían decidido bajar sus armas (antes de la provocación de su jefe claro está) de forma tan dócil a pesar de lo grotescos y decididos que se habían mostrado con ella, pero después de saber el papel que los buhoneros tenían en la creación de los portales la respuesta era bastante lógica: si los buhoneros no proveían de ingredientes para la confección de portales a las academias de magia y alquimia o grupos encargados de esa tarea, los alimentos escasearían, y si los alimentos escaseaban ni todo el dinero del mundo o las reliquias más extrañas los salvarían de un pésimo pasar.

Así es como la vida de un buhonero, entonces, se tejía, movidos dentro de un mercado exigente y a las sombras, se la pasaban la mayor parte del tiempo buscando nuevas misiones y vendiendo o intercambiando aquellos productos de salida rápida, para ello bastaba con que se instalaran en una plaza o a los pies de algún puente o escaleras y esperaran a que los clientes llegarán. El día de hoy, por ejemplo, Caleb había escogido las escalinatas que daban al mirador de la comarca, ya que los lugares más visibles ya habían sido ocupados por otros buhoneros, incluso así, en lo que iba de la mañana, ya había atendido a más de 20 clientes buscando desde relojes hasta un colchón que, para sorpresa de Hannah, Caleb había sacado de su maletín...

El Legado  de Rapsodia (Temporada 1) [Eldarya]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora