TUYA. (COMPLETA)

Capítulo 12

¡MUY BIEN! Antes de comenzar el capítulo quería mencionarles que he visto en facebook muchas personas hablando del plagio de sus novelas y me parece muy feo que otras personas tengan el descaro de copiar una historia que seguro le tomó tiempo y dedicación a la autora oficial. #Noalplagio Dejémonos de hacernos eso en la comunidad que todos vienen con el mismo propósito (leer o escribir). 

Si quieres escribir, invéntate tu propia historia y respeta a las otras. 

Ojalá que no me llegue a pasar, los lectores que leen mi novela por favor, si ven que un descarado ha plagiado mi historia, háganmelo saber y tomaré medidas legales. 

Sin más nada que agregar. Disfruten del capítulo.

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DIMITRI.

El baile de las creencias había sido propuesto por mi abuela hace más de mil años. Cada año la tradición persistía con las celebraciones entre especies, con el goce de las buenas vibras y el amanecer lleno de vida, ahora lo pasaría junto a mi hermosa Luna. Tenía planeado confesar su llegada esta misma noche para salir de este peso que aún llevo encima y que mi pueblo se sienta en paz. Sonreí al recordar la reacción de Astrid cuando se lo confesé, esperaba gritos, empujones y algún que otro golpe, sin embargo, fue todo lo contrario y recibió la noticia de forma pacífica.

Lo he estado planeando desde que llegó, aún no puedo creer que viva ahora conmigo en nuestro hogar. Parecía que en cualquier momento iba a despertar y no hallarla en el jardín tomando el sol, o en la sala de juegos e incluso husmeando entre los pasillos que parecían entretenerla por los retratos de mis antepasados. Esos pensamientos se apaciguaban cuando la veía con una sonrisa de oreja a oreja cuando estaba con Edgar y Meredith, también había estado conservando una amistad con Lenna, quien ha estado de mi lado desde muy joven. 

Todos los sentimientos que han surgido desde que la encontré, han aumentado de emoción dejando en mí una marca más grande al pasar de los días. 

—Señor, la joven Astrid quiere hablar con usted. Está en su alcoba —me avisa una de las chicas de limpieza.

—Gracias, voy en un minuto —le informo preguntándome qué querrá. 

Dejo de lado mis oficios y me dirijo a su habitación. Creo que sabía a qué venía, he escogido su vestido para este baile y anterior al que tenía como opción, este no era tan revelador. Estas fiestas pueden ser alocadas con hombres solteros y sueltos en busca de alguien a quien cortejar, era mejor prevenir aunque durante de la celebración mantendré mis ojos puestos en Astrid, no me fiaba. Sin tocar la puerta, entré encontrándome con dichosa escena majestuosa. 

Astrid intentaba subir el cierre del vestido, podía ver su nívea espalda llena de coquetos lunares regados en esta, dándome una hermosa vista para apreciar tan espectacular arte ante mí. 

—¿Necesita ayuda señora Ivanov? —profundicé mis palabras para que se espantara y diera un salto directo a su cama. Reí cuando el vestido se bajó exponiendo el sostén blanco que llevaba puesto.

—¿Cómo no tocaste? Casi me iba a dar un paro al corazón. Vete, aún no me acomodo el horrendo vestido que escogiste para mí. Por cierto, ¿por qué lo hiciste y dónde está el que escogí? —reprocha con un hilo de voz, se veía algo alterada, pero me parecía muy tierno verle las mejillas enrojecidas.