TUYA. (COMPLETA)

Capítulo 16

*CAPÍTULO UN POCO INTENSO* me da penita jajaja.

Si a ti no te gusta leer contenido sexual, puedes seguir bajando y saltarte esa escena, pero te sugiero no bajar tanto para que no te pierdas de algunos detalles importantes de la historia.

Disfruten.

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ASTRID.

Tal vez la situación era incómoda, pero no queríamos parar de besarnos en el suelo lleno de lodo y parecía que la lluvia estaba en contra de nosotros, a pesar de que poco a poco cesaba la lluvia, aún quedaban esas pequeñas gotas que te mojaban por igual. La vergüenza se apaciguaba al sentir el calor recorriendo por mi cuerpo y el deseo que comenzábamos a desprender. 

—Dimitri —jadeé cuando sus besos bajaron por mi cuello, chupándolo en el proceso y dándoles algunas mordidas, se sentía muy bien. 

Él era perfecto de pies a cabeza, sus manos pasaban por mis pechos estrujándolos, ocasionándome más gemidos de mi parte. Ver como su virilidad se alzaba en mi dirección y sentirlo en mis muslos, causaba una gran intriga de cómo se sentirá tenerlo dentro de mí, pero aún sentía que no era el momento. Aunque disfrutarnos a mitad del bosque como lo estábamos haciendo no es el mejor escenario para compartir lo que estábamos haciendo, era el momento más íntimo de toda mi vida. 

—Sentirte de esta forma se ha convertido en la mejor experiencia —confiesa y simplemente logré sonreír, nuestras respiraciones comenzaban a estar aceleradas.

—Deseo que me toques como lo estabas haciendo, se ha convertido en mi sensación favorita. 

Alucino con la sonrisa que me da, ronda por mi cabeza y me hace temblar las piernas. Esa sonrisa de la que me he estado volviendo loca, ese rostro que aún no puedo sacar de mi mente y todo de él que me tiene fascinada. ¿Era muy pronto para sentirme enamorada?

—¿Dónde quieres que te toque?

El rozar de sus dedos en mi piel me estremecía, estaba haciéndolo lento para tentarme a contestar. Estos iban al dobladillo de mi falda, alzándola para perderse en ese lugar que aún le faltaba por tocar, por mi parte rozaba mis piernas en su cintura que era en donde estaban rodeadas, si mi mirada bajaba por su pecho fornido, terminaba en su miembro completamente desnudo para mí. 

—Tócame ahí. 

—Debes ser un poco más específica pequeña —dice acercándose para compartir de nuestros respiraciones, podía sentir sus labios rozando con los míos. 

—Ya sabes donde —no sabía porqué me costaba tanto decirlo—. Entre mis piernas —solté como pude. 

—¿Aquí? —sentí como sus dedos al fin tocaban el comienzo de mis bragas para caer en los pliegues de mi parte íntima. 

—Sí, ahí. 

Dimitri decide apartar mi ropa interior para darle paso a sus dedos y que terminaran hundiéndose en mis labios, pudiendo tantear mi clítoris. Sin resistirme, junté nuestros labios mientras el me daba placer, se movían en sincronía, era inevitable no derretirme en sus brazos y más cuando mi punto nervioso estaba siendo tocado de esa forma. En círculos, de arriba hacia abajo, volviendo al movimiento en círculos. 

Estaba cayendo en un abismo sin paracaídas por él, pero estaba valiendo la pena dejarme estrellar.

La intensidad subía sin dejar de parar, y es que no podíamos hacerlo cuando el ardor traspasaba nuestros cuerpos, creándose una bola de fuego que se plantaba en mi vientre. Desfallecía en sus brazos, tiro de su cabello mientras profundizo el beso y dejar que nuestras lenguas choquen. Sus dedos se movían ahora con más fuerza y rapidez, si seguía de esa forma, acabaría muy pronto.