8. Celos

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Rein

Camino de manera seductora con mis piernas de Nyx y observo la calle, me detengo al verlo, entonces él aparece delante de mí.

Sonrío.

—Hola, Emmet.

—¿Me estabas buscando? —dice sin expresión —¿y por qué sonríes? —Se acerca a mi rostro.

—¿No era que te gustaba mi sonrisa? —Ladeo la cabeza —¿Y por qué te parece extraño que te busque? —respondo con preguntas.

—Me enloquece tu sonrisa, pero la última vez que hablamos me trataste muy mal como para que aparezcas ahora ¿Has venido a disculparte?

—No, vine a verte —Revoloteo mis pestañas de mujer.

Me agarra de repente de la cintura.

—Dime una cosa —Me empuja contra la pared —. No volvieron, ¿cierto?

Ruedo los ojos.

—¿Qué? ¿No se puede sonreír sin pensar en las voces? —Me doy dos golpecitos en la cabeza —No están aquí, ¿sabes?

Sonríe.

—Ah, ¿sí? —Se acerca a mi boca y me besa, entonces abro la mía, al corresponderle.

Sus manos recorren mi cintura y gimo cuando se posan en mi trasero. Abro los ojos cuando siento que me están observando, mientras Emmet besa mi cuello.

—¿Sabés?

—¿Qué? —responde.

—Debo irme ahora.

—Quédate —Su mano pasa bajo mi falda y lo alejo —¿Qué pasa? —Entrecierra los ojos.

—Voy a hacer unos trámites y regreso —expreso sonriente, entonces abro un portal.

Cruzo el agujero negro, llegando a un callejón cercano, avanzo solo por el lugar oscuro.

—¿Saben? —Me cruzo de brazos —No me gusta que me estén espiando —les aclaro.

Las voces salen de las sombras en su forma masculina y se quedan mirándome de una manera que me da escalofríos.

—¿Q... ¿Qué? —digo nervioso.

Abren un portal sin mover las manos, cosa que yo sí debo hacer, aparencen delante de mí, entonces me empujan contra la pared, poniendo su rostro a centímetros del mío, entrecierran los ojos.

—¿Creés que no nos damos cuenta?

—¿De qué? —Trago saliva.

Sonríen.

—No somos estúpidas, Rein. Y tú tampoco lo eres ¿O nos vas a decir que no lo estabas cortejando?

—Me están incomodando sus celos —opino avergonzado.

—Responde la pregunta —me exigen.

—No, no lo hacía, solo estaba jugando —expreso sintiendo mis mejillas arder.

—¿Te das cuenta cuando otros te cortejan pero no cuando tú lo haces? —Ladean la cabeza.

—No, no lo sé —digo confundido.

—No mientas, ¿o vas a decirnos que no nos evitaste en la mansión?

—Sí, bueno —Hago una pausa intentando entender —es que esto se está volviendo muy raro y... y ¿Por qué me recriminan? —Frunzo el ceño y las empujo —¡Yo también sé lo que estuvieron haciendo! —Señalo su cuerpo y ladean la cabeza otra vez —¡No se hagan las desentendidas, fueron con Darren!

—¿Y? —Alzan una ceja —Estamos formulando nuestra venganza.

—¿Y por eso estuvieron todo el maldito día con él? —Ruedo los ojos y ellas se ríen.

—Sirve para quitarle energía, su alma de restaurador nos repele, entonces nuestra presencia le hace mal. Más si le caemos bien, porque no sabe que acepta energía negativa de nosotros, entonces lástima su naturaleza de manera indirecta.

—Y se ve que lo disfrutan mucho —Las señalo de nuevo —¡Admítanlo! Les encanta pasar tiempo con él, todavía les gusta.

Fruncen el ceño.

—Lo odiamos.

—Están despechadas, no soportan su rechazo, a mí solo me quieren porque soy el único que las aceptó.

—Claro que no.

—¡Pues voten! —Presiono los puños y se quedan calladas un momento.

—Votación —expresan como siempre y se forma otro silencio casi interminable —. Votación... —repiten y se giran, comenzando a caminar en dirección contraria hacia mí —. Ya nos aburrimos de jugar.

Me sobresalto.

—¡¡Díganme, maldita sea!! —grito y se detienen pensativas —¡¡¿Les gusta, cierto?! —expreso frustrado.

Se dan la vuelta a observarme.

—Votación no concluyente —Desaparecen en un portal y me quedo tildado ante su respuesta, hasta que reacciono.

Presiono los dientes furioso.

—Darren Wein —lo nombro con odio.

Los vidrios de las ventanas de los edificios se rompen, mientras hay electricidad por todo el callejón. No son ellas las celosas, soy yo. Aprieto el puño y abro un portal, no puedo controlar mis emociones, tengo que hacer algo al respecto.

Ellas están aquí #7Donde viven las historias. Descúbrelo ahora