30. Portal

381 77 19
                                    

Darren

Corro alarmado al ver al hombre de mis pesadillas, en realidad demonio, y me tiro sobre Emmet, que siempre me genera confianza.

—¿No me invitan a su picnic? —pregunta el castaño que actualmente finge ser humano porque no tiene cuernos ni cola.

—¡Rein! —Me bajo de Emmet y corro hasta el manjar que se acerca junto con Max, luego señalo al demonio —¡Desaste de él sin que te vea Arien!

—¿Y yo por qué? —Bufa y luego sonríe —Por mí puedes sufrir, no tengo problema.

—¡Me ayudaste antes!

—No lo hice.

—¡Claro que sí, en el salón!

—No, yo...

Leik cae en un agujero negro y me sobresalto, luego reacciono, entonces abrazo a Rein.

—Sabía que eras un buen niño.

—¡No lo soy! —se queja y de su cuerpo sale electricidad, así que me alejo —¡No me toques!

—Perdón —Me río pero mi alegría se esfuma cuando Leik vuelve a aparecer —¡Ay! —chillo.

—Eso fue muy grosero —dice el demonio y mira a Rein —, y ya que no estás en tu forma de chica, no te perdonaré otra vez.

—¡Yo no fui! —vuelve a quejarse el manjar y el demonio aparece en un humo, acto seguido le pega un puñetazo al pequeño que cae al suelo —Tú... —expresa enfadado mientras se levanta y luego sonríe —ya me sacaste el humor —De su cuerpo salen chispas de electricidad y frunce el ceño —. Esta vez voy a enviarte lejos de verdad.

El demonio se ríe.

—Me causas mucha gracias niño, con esa carita adorable y amenazándome, ve a jugar con tus juguetes o tu comida, no sé lo que haces realmente, ni me importa.

Rein abre un portal, aparece al lado del Leik, apoya su mano en su torso y lo hace explotar en electricidad. El demonio sale disparado hasta golpearse con un árbol.

—"Mala suerte" —conjura con un gesto serio.

Las ramas del árbol se caen sobre el demonio y este no puede salir de allí, los ojos de Rein se vuelven por completo oscuros.

Lo dije varias veces, no hay que meterse con Nyx, o en este caso con Rein, ya que está en su forma de chico, es un peligro enfadado.

Miro para todas partes viendo que Arien no esté y me llega el alivio. A ver si le generamos traumas o algo. No, pobrecito, no quiero, ya está demasiado triste para tanta tensión.

—¿Cómo me deshago de él? —Se lo piensa Rein volviendo sus ojos a la normalidad y poniendo la mano en su barbilla.

—¡No lo sé! —me quejo estando nervioso —¡Siempre vuelve, es una plaga!

El demonio atrapado se ríe.

—Darlene, asustada eres más bonita.

—¡No soy Darlene! —vuelvo a aclararle, ni idea cuántas veces se lo he dicho ya.

Un humo explota entre las ramas, entonces aparece en frente de mí, así que retrocedo.

¡Que alguien haga algo!

—Y yo que pensé que Emmet te ayudaría —Se ríe Rein.

—Está cansado como Ace por el sol —explico.

—Aburrido ¿Y dónde está tu novio? Que se encargue él, yo ya me pudrí.

Este niño no hace nada por nadie, pero igual contesto a su pregunta.

—Está triste caminando por ahí, porque Arien le dijo unas cuantas verdades, no puedo molestarlo mientras se plantea su existencia.

—Que lástima, entonces vas a tener que entregarle tu cuerpo al demonio —se burla.

—Que buena idea —opina Leik.

—Manjar, no me estás ayudando —me quejo. A pesar de sus burlas otra vez Leik cae en un portal oscuro —. Decídete, ¿me quieres o no? —Bufo.

—¡Que no soy... —detiene su grito y se sonroja —las voces.

—¿Eh? —Me giro a ver a dónde está observando.

Esas estilizadas piernas, ese cabello oscuro, una belleza apabullante, es extremadamente hermosa Neira, y también maligna. Ya que obvio sé quiénes son en realidad las que hacen acto de presencia. Ahora me agarró un escalofrío ¿Sabrán que conozco su identidad acaso?

Ellas están aquí #7Donde viven las historias. Descúbrelo ahora