Ellas están aquí #7

3. Encantado

Darren

Concentración, debo cumplir una promesa. Avanzo por los pasillos de la universidad, evitando mirar traseros ¡Hasta parezco decente! Llego hasta la puerta de mi aula y tengo a alguien en mi camino.

—Permiso —pido amablemente y el muchacho se gira a observarme.

Ojos más oscuros que los míos, cabello azabache, su color de piel es tan clara como la de Ace, hasta podría decir que es más guapo que él. Sería mi día de suerte al encontrar un semental así, sino fuera porque hice una promesa.

—¿Vas... ¿Vas a esta clase? —Sonrío de manera muy amplia.

—Así es —responde tranquilo.

Hasta su voz es seductora. Debe ser mi día de mala suerte o Seyn sabía que había un chico sexy en mi clase ¡Maldita promesa, no lo mires! Solo... ¿Un poquito?

El chico se dirige a su banco y lo sigo con la vista. No estoy viendo su trasero, me estoy portando bien.

Observo que la mariposa revolotea alrededor de mí y le pregunto en un tono bajo, para que nadie crea que estoy loco, ya que parezco que hablo solo, aunque no es así.

—¿Qué pasa?

"Hay energía negativa rodeándolo".

—Debe tener una vida muy mala, lo ayudaré —Sonrío y me le acerco —. Lo siento, no me presenté, soy Darren —Alzo la mano.

—Que nombre tan peculiar para una chica —opina —. Soy Arien —se presente también —significa encantado.

Genial, porque ya lo consiguió conmigo ¿Es un hechizo? Cielos, que me agrada.

Sin contar al encantador de Arien, el día transcurre normal, aunque comparto varias clases con él, lo que me sorprende. Eso me da a entender que debo ayudarlo, no sé en qué, pero como restaurador debo averiguar cuáles son sus problemas, después de todo mi collar brilla cuando estoy cerca de él. Antes de salir de la universidad, me convierto en chico, al cambiarme en los baños, entonces luego me dirijo al gimnasio, así que alzo una ceja ¿El universo estará en mi contra cuando hago promesas?

¡¿Por qué la profesora es una bomba sexy?!

—Hola alumnos, mi nombre es Neira, y seré su instructora a partir de hoy —se presenta la sexy mujer y siento que voy a babear.

Su cabello es tan largo y oscuro, a pesar de que se lo ha amarrado para dar la clase de manera cómoda, y su cuerpo... ¡No ese no lo mires! Ni te atrevas a observar esas piernas, no eres el Darren de antes, eres fiel y un buen hombre.

¡Y que hombre! Soy la perfección.

"Darren, cuidado".

Esquivo una columna que casi cae sobre mí y me tropiezo, cayendo al suelo. Respiro agitado y me río.

—Eso estuvo cerca, gracias mamá —expreso observando el concreto roto con los ojos bien abiertos.

—¿Estás bien? —Se acerca la profesora preocupada.

—Sí... sí.

Ella sonríe.

—Me alegra.

Es una hermosa sonrisa, mejor evitar el contacto visual desde ahora, por si las dudas.