22. Extraño

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Darren

Mientras decido cómo arreglar el problema con las voces, continúo con mi vida, no me van a arruinar mi tranquilidad. Será sospechoso que haya dejado de ir a las clases de gimnasia, pero fingir que no lo sé, no es bueno para mi salud. Pensar que ellas fueron las que me inscribieron a su clase me da escalofríos, o sea como si nada controlaron mi apretada agenda.

Llego a la universidad y entro a mi aula, visualizo a Arien escribiendo en uno de los bancos, entonces me le acerco.

—Que letra rara —opino —¿Son jeroglíficos o alguna otra escritura antigua? —Me río y me mira de mala manera, así que me sobresalto —Lo siento, no quería ofenderte, es que los signos me dieron curiosidad, no me estaba burlando —aclaro.

Sonríe y me vuelve el alma al cuerpo, o sea no quería que estuviera enojado conmigo.

—Darren, eres una chica extraña —opina de la misma manera que yo lo hice con su letra, luego me ignora y sigue con su escritura.

¡Me acaba de hacer indiferencia! Me dolió, que malo.

—Arien, ¿estás enojado conmigo?

—No ¿Por? —Me mira con esos ojos oscuros que hipnotizan.

—No, por nada —digo nervioso.

No insiste y vuelve con lo suyo. Ya me dió curiosidad lo que está escribiendo. Sin embargo no puedo preguntarle porque al parecer no le gusta que lo haga.

Regreso a mi asiento, notando que me ignora en todo el día ¿Qué le pasa?

Rein

Veo a las voces venir en su forma de chica, caminando por la vereda, ya que me pidieron que las espere fuera de mi casa.

—¿A dónde vamos? —Sonrío en mi forma de chico, luego frunzo el ceño —¿Dónde estuvieron? ¿Con Darren? —digo molesto.

—¿La escena de celos otra vez? —Ríe la mujer —Te recordamos que tú también andas jugando con Emmet, así que estamos a mano.

—Si esto es poligamia, me está estresando —opino y ríen otra vez —¿Qué?

—Comete un dulce —Sacan del bolsillo de su chaqueta larga, pero que muestra su silueta femenina, entregándome una bolsa de caramelo —. Tu amor verdadero, ¿no?

Voy a babear, tomo la bolsita rápidamente, mientras las acompaño caminando a su lado.

—¡No lo puedo creer, gomitas normales! —me burlo y se ríen.

—Que lindo niño.

—Ustedes también a veces se comportan como niñas —Ruedo los ojos y luego sonrío —¿A dónde vamos? —insisto con la pregunta.

—A visitar a la madre biológica de Darren.

—¿Otro plan macabro? —Meto las golosinas en mi boca.

—Darren pasa tiempo con nosotros y le sacamos energía positiva, entonces cuando se enoja o se pone triste, la energía negativa puede entrar porque tiene espacio, lo que provoca que se sienta mal.

—Mjm —digo mientras escucho su explicación y mastico, luego trago —¿Por qué tanto lío? ¿Por qué no se deshacen de él y ya? —Alzo una ceja —Eso hice yo con Walker, Seth y la insoportable de Lydia.

—Primero porque Darren no es humano, tenemos que encargarnos de toda la energía positiva que lo rodea, para que no arruine nuestros otros planes, y aseguramos que tiene demasiada energía.

—Ah sí, la conquista del mundo —me burlo y como otro poco de gomitas —y yo pensando que era broma —Me río.

—¿Qué no quieres tener a Max y a Emmet con correa? —Juguetean moviendo la mano y las miro raro.

—¿Qué? —Me quedo tildado y luego reacciono —¡No! ¿Y a dónde se fueron sus celos? —pregunto curioso —¿Y qué tiene que ver Max?

—Te notabas muy feliz al volverlo a ver —Se lo piensan.

—¿Me han estado espiando? —Me sonrojo —No tiene límite, ¿o qué? —Me cruzo de brazos, al la bolsa ya no tener golosinas y haberla tirado.

—Teniendo en cuanta que antes estábamos en tu cuerpo y siempre veíamos lo que hacías, no le vemos el problema —Levantan el dedo índice aplicando su teoría.

Me lo pienso.

—Mierda, tienen razón.

Llegamos a la calle caminando, raro no fue con un portal, y nos detenemos en una esquina.

—Allí está —dicen viendo a una mujer que entra a un auto del lado del frente.

—Una prostituta —aclaro al visualizarla mejor y me lo pienso —¿o sea que el padre de Darren puede ser cualquiera?

—Por lo que averiguamos, la mujer se embarazó para quitarle dinero a un millonario, pero él movió sus influencias para que no le encajará al chico. En conclusión, dos cretinos a la vez.

—¿Y quién de los dos es descendiente de ese tal Ragnak?

—Debe ser el hombre, no sentimos energía de esa mujer.

—¿Y ese tipo también es restaurador? —Alzo una ceja.

—No todos los descendientes de Ragnak se convierten en restauradores, hay muchos requisitos para ser uno —aclaran.

—Que bueno, no quiero lidear con otro de esos ¿Y ahora qué?

Miro como el auto se va y me sobresalto cuando ellas se ponen en medio del camino, el vehículo al intentar esquivar ese cuerpo femenino, se choca con un poste, entonces el conductor queda inconsciente ¿Qué están planeando? Así la van a matar y no resolverán nada.

Ellas están aquí #7Donde viven las historias. Descúbrelo ahora