You're beautiful│Yoonmin.

VII

— Bueno... no es mucho...  — suspiró — pero...  es todo lo que tengo. — sonrió ladino antes de abrir la puerta de madera.

— Ten tu abrigo. — susurró el castaño sintiéndose cohibido. Se quitó rápidamente los mitones y sus pequeños dedos comenzaron a desabotonar con lentitud la prenda. Las pálidas manos se posaron sobre las contrarias, deteniendo toda acción de estas. El castaño se sobresaltó un poco, pero cuando levantó la mirada, el pelinegro le ofrecía una sonrisa tranquilizadora.

— Descuida. Tengo más abrigos aquí...  uh  ...pasa. — invitó en voz baja.

El castaño se adentró tímidamente, sus brazos aferrados con fuerza al afelpado abrigo negro, intentando guardar la calidez de este en su pequeño cuerpo. Olía bien, como a madera y menta. Le agradaba el olor impregnado en la tela.

Levantó la mirada del piso de madera encontrándose con una pequeña salita de color crema en la que apenas había una mesita de madera oscura en el centro con un pequeño jarrón de vidrió en el que tranquilamente reposaban unas lilas frescas, un televisor plano descansaba en la pared de en frente y un pequeño sofá de madera con cojines en color borgoña.

— Perdona que no sea tan grande. — murmuró YoonGi algo avergonzado. El castaño esbozó una pequeña sonrisa.

— Descuida. Tienes un hogar — sonrió — eso es lo que importa.

Yoongi asintió sonriendo.

— Oh, si quieres puedes tomar un baño caliente... te daré algo de ropa... no creo que exista mucha diferencia de talla — murmuró — El baño está en ese pasillo — señaló con una de sus manos, el contrario se giró para ver — la última puerta a la izquierda, hay una toalla limpia ahí y en la repisa hay shampoo y otras cosas que puedes usar, la llave roja es la del agua caliente. Puedes quedarte en la bañera el tiempo que quieras. Mis pantuflas están ahí, póntelas cuando salgas y ve a la puerta de en frente, es mi habitación, dejaré una muda de ropa para ti... —YoonGi levantó la mirada algo inseguro —es decir... si quieres...

— Quiero — acepto en voz baja — gracias.

— Descuida...  — sonrió con dulzura — ve, prepararé algo de cenar.

— Gracias. — repitió posando los orbes castaños sobre los grises.

YoonGi sintió su corazón acelerarse.

—No es nada — sus ojos abriéndose sorprendidos — Oh por cierto, soy YoonGi.

— Park JiMin. — susurró mientras echaba a andar en dirección al pasillo.

El pelinegro lo observo marcharse.

— JiMin. — asintió para sí mismo con una sonrisa, una vez vio al castaño perderse tras la puerta.