You're beautiful│Yoonmin.

XX

Buscó entre las pequeñas cajas que se hallaban en la alacena, hasta que por fin logró encontrar una pequeña cajita blanca con un dibujo de florecitas de manzanilla en la parte delantera. YoonGi sonrió cuando dejó caer el saquito de té dentro de la sencilla taza de porcelana blanca, agregó un par de cucharaditas de azúcar y removió, presionando lo más que podía el delicado filtrante en el agua caliente, a JiMin le gustaba la manzanilla cargada. Asintió para sí mismo cuando probó apenas unas gotas con la cucharilla, antes de colocar la taza sobre un pequeño plato y dirigirse a su habitación.

Permaneció en la puerta, bajo el alfeizar, observando con curiosidad aquel puchero en los labios abultados del despeinado castaño, quien yacía sentado en el piso de madera. JiMin llevaba una de las piyamas del pálido, un buzo gris y una camiseta manga larga de color blanco, parecía demasiado concentrado en los papeles esparcidos a su alrededor.

— ¿JiMin? — llamó con suavidad, ocasionando que los ojos café parpadearan y buscaran en su dirección, en cuanto la mirada divisó la pequeña taza entre las manos del pálido, JiMin sonrió agradecido, haciendo que sus ojos desaparecieran en dos suaves líneas. —...te traje té.

—Gracias, hyung... — habló poniéndose de pie, para ayudar a YoonGi con la loza. — Me faltan algunos papeles. — susurró en cuanto hubo recibido el pequeño plato entre sus manos.

— ¿Son importantes? — murmuró YoonGi sin despegar la mirada de las hojas en el piso.

—Sí. Quizá... quizá demasiado importantes... — JiMin dio un sorbo a la taza, la infusión era dulce y cálida en el paladar, se sentía bien. Fue extraño, porque aquello que diría, le hacía sentir todo lo contrario. — YoonGi Hyung, debo volver a mi apartamento y debe ser pronto.

YoonGi parpadeó confuso, desviando finalmente la mirada de las hojas. Cuando por fin sus ojos escanearon el rostro frente a él, fue apenas consciente de lo que hacía al elevar una de sus manos, posándola suavemente en la mejilla contraria. Su índice recorrió escasamente delineando la tibia piel canela, descansando casi imperceptible en el lugar que el recordaba, había sido herido. Entreabrió los labios en un suave suspiro, cuando su mirada gris logró encontrar el atisbo de una tenue sombra en el pómulo. JiMin parecía deshecho, casi sin aliento, cuando el pelinegro apartó su mano sujetándola contra su pecho, sus ojos grises miraron al castaño con gravedad cuando habló con firmeza.

—No volverás ahí. —JiMin ladeó apenas el rostro, buscando recuperarse tras la suave caricia en su mejilla.

—Hyung, si no tengo esos papeles no podré volver a la universidad, nada malo va a pasarme. Tienes que confiar en mí. — Susurró débilmente — Todo estará bien. — agregó, intentando infundir valor a la atemorizada mirada gris que tenía en frente.

Las cejas oscuras se crisparon con genuino temor.

—Tú no puedes prometer eso, JiMin. — susurró YoonGi, mirándolo profundamente — Tú no puedes prometer... que ese sujeto no intentará lastimarte de nuevo. Él podría matarte y tú no vas a poder defenderte y qué... — las cejas oscuras se crisparon aún más, en un mohín de pura frustración cuando YoonGi agachó la mirada, avergonzado de sus propios sentimientos — qué... haré yo si... si me dicen que algo te ocurrió... — parecía encogerse en su sitio, se veía tan pequeño cuando musitó apenas audible — qué... haré yo, JiMin...

JiMin frunció apenas el entrecejo y su lengua recorrió con nerviosismo su labio inferior, su pecho se sentía cálido al presenciar la preocupación del pelinegro, quería prometerle, necesitaba prometer que todo estaría bien, pero... él no podía asegurar que así sería.

—Iré contigo. — dijo YoonGi repentinamente, sorprendiéndole.

—Hyung, no-... —JiMin tenía los ojos muy abiertos. Él podría soportar que algo le ocurriera, podía cuidarse solo... pero si Jackson hería a YoonGi, JiMin no sabría qué hacer para remediarlo. — No es necesario, puedo ir solo.

—Iré contigo. — Repitió YoonGi— Yo... llevaré algo y... y todo estará bien.

JiMin enarcó una ceja sin comprender del todo, pero asintió en medio de un suspiro.