XVI

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Min YoonGi.

El joven levantó la mirada de la estantería que estaba limpiando. Frente a él, un hombre mayor, de pequeña estatura y cabello raído y blanco con una que otra arruga surcando su rostro, le obsequió una pequeña sonrisa. Tras las gruesas gafas cuadradas, los ojitos oscuros del anciano parecieron desaparecer.

Buenas tardes, señor Choi. — Saludó con una reverencia y el atisbo de una sonrisa.

Namjoon me dijo que el lunes tenías una cena con alguien... Aun así te quedaste esa noche a ordenar el pedido que hice.

Oh, no se preocupe por eso. — Repuso mientras examinaba los títulos por autores y comenzaba a ordenarlos. A las personas siempre les gustaba mover los libros. — Habrá otros días.

Así es — asintió el anciano — Como hoy, por ejemplo.

YoonGi se detuvo un instante y levantó la mirada hacia su jefe, quien le miraba afablemente con una sonrisa.

Siempre has sido muy atento y nunca has faltado a tu trabajo. Me has ayudado quedándote tiempo extra y cuando he tenido que hacer viajes largos he podido confiar en ti y en Namjoon con la administración de este lugar.

Señor Choi, es mi tr-

Lo sé. Ve a casa. — sonrió el anciano — Y ten esa cena hoy.

Pero señor Choi... — protestó débilmente.

Te quedaste hasta muy entrada la noche ese día, tendrás un pago extra por eso, no te preocupes.

El pequeño abuelo tomó uno de los delantales blancos colgados a un lado del mostrador y se lo puso sobre la camisa celeste, anudó un pequeño lazo en la espalda y miró a YoonGi, quien lucía desconcertado.

Apenas son las cuatro... — dijo mirando lo poco que le quedaba por limpiar — y ya casi-

No discutas con un anciano, hijo. — Cortó. — Te lo has ganado, Nam me ayudará.

El castaño apareció recién salido de la trastienda con una caja entre las manos.

Yo ayudaré, YoonGi — sonrió ampliamente — disfruta tu cena.

La sonrisa del pelinegro fue adorablemente cegadora.

D-de acuerdo.

El anciano le sonrió de regreso y sus ojitos desaparecieron tras las gruesas lunas de las gafas.

Gracias, señor Choi. — contestó sinceramente quitándose el delantal. El hombre señaló las puertas de cristal.

YoonGi se colocó el abrigo negro y salió rápidamente de la librería con una brillante sonrisa en el rostro.












Hola! No se si alguien estará leyendo esto xD no soy de poner muchas notas en Wattpad en realidad, siento que cortan un poco la ilación. Soy - relativamente - nueva aquí y esta historia es  como una especie de relajo de algo en lo que estoy trabajando - Un YoonMin también - que no subiré aquí hasta que haya terminado por completo.

De todas formas, ya no le queda mucho a esta historia.

Si a alguien lo lee y le gusta, muchas gracias de verdad. Espero que esten teniendo un bonito lunes, aunque los lunes no suelen ser muy bonitos (?) en fin, gracias por leer.

Un abrazo y bonitos deseos para su semana ♥


You're beautiful│Yoonmin.Where stories live. Discover now