You're beautiful│Yoonmin.

XXVII

—No necesitan mucho cuidado. — JiMin se inclinó ligeramente sobre el mostrador en el que pequeños maseteros traslúcidos descansaban.

— Pero... se ven tan frágiles. — el castaño se giró con disimulo buscando a YoonGi, lo encontró a poca distancia, en uno de los puestos de enfrente, observando curioso una variedad de orquídeas en tonalidades lavandas.

—Las apariencias pueden ser engañosas, las Phalaepnosis son muy fuertes — sonrió la joven, acomodando uno de sus mechones castaños tras sus orejas — ¿Ve la base? — JiMin se inclinó aún más entrecerrando los ojos. — Es el sustrato que necesitan, absorben agua de las raíces, así que es bueno regalarlas dos veces por semana en verano y cada diez días en invierno, el tiesto tiene un pequeño agujero en la parte baja para que drene el agua, así que sería bueno colocarla en una base... un platito quizá... mmm... — la castaña ladeo un poco el rostro de mejillas sonrosadas, como si hubiese otra información que consideraría necesaria darle al joven — ¡Ah! tampoco les hace falta mucha luz.

Todas las orquídeas del parque le habían parecido hermosas, pero las de pétalos blancos eran definitivamente sus favoritas. Acarició con la yema de su índice la aterciopelada superficie de la flor.

— ¡Oh! — Exclamó ocasionando que el castaño volviera su mirada a ella — Las blancas significan amor puro, incondicional y verdadero, también una gran admiración.

JiMin asintió, desviando una vez más su mirada hacia YoonGi, a quien una joven parecía estarle explicando algo sobre una orquídea en la corteza del árbol de una exhibición. Dios... tenía que decírselo, debía decírselo pronto o su corazón iba a explotar, había estado lejos de él por tanto tiempo y ahora YoonGi se sentía tan... indiferente. Está bien, él sabía que el pelinegro podría no corresponder sus sentimientos, aun así, JiMin no se sentía capaz de soportar cargar con ellos en silencio por más tiempo.