"You're beautiful"

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Yoongi frunció el ceño con impaciencia a la par que cerró los ojos, dejando caer su cabeza sobre el respaldar del asiento del taxi. Inhaló intentando inútilmente calmarse, cuando no lo logró, uno de sus mocasines negros comenzó a golpear con insistencia el piso bajo este.

No nos movemos. — gruñó lo suficientemente audible como para ser escuchado por el conductor. Los diminutos ojillos cafés del hombre le miraron desde el espejo retrovisor, los ojos grises del pelinegro sostuvieron la mirada. — No nos movemos desde hace treinta minutos.

Hay reparaciones en uno de los carriles, amigo. Esas cosas toman su tiempo. — informó.

Las pálidas manos rastrillaron con frustración los lisos mechones azabache en su cabeza.

Yo... no... — YoonGi apretó los parpados antes de girarse en el auto para abrir la puerta. — No tengo tiempo para esto.

¡Oiga que hace! — detuvo el hombre — ¡Son diez calles desde aquí!

YoonGi saltó directo al pavimento de la autopista en medio de un ocaso naranja. Era una tarde normal, bueno... quizá no tan normal, era una tarde especial. Sería la primera presentación de su novio como graduado. Frente a gente.

FRENTE A MUCHA GENTE.

El pálido se inclinó sobre la ventana delantera del copiloto, arrojando el dinero en el asiento que en ese momento se hallaba vacío. El conductor le miró con incredulidad.

Sube, hijo. Son diez calles. El tráfico va a despejarse en cualquier momento y vamos a llegar.

Puedo correr. — aseguró con confianza. Le tomó escasos tres segundos, dudar. — ¿Usted cree que pueda correr? — preguntó inseguro al hombre. El taxista escaneó el elegante traje negro y entrecerró un poco la mirada.

—No sin arruinar ese traje, amigo.

El pálido asintió, quitándose el saco con rapidez para sostenerlo en una de sus manos, quedando únicamente con una ligera camisa celeste.

Conserve el cambio. — se despidió antes de echar a correr lo más rápido que sus piernas le permitieron, esquivando a la marea de personas, ignorando los sonidos de bocinas cada vez que debía cruzar una calle, él debía llegar a tiempo.

Tenía que llegar a tiempo.

Será fantástico, YoonGi. — la voz amortiguada del castaño tras la bocina, resonó desbordante de emoción.

Así que esta será tu primera presentación como graduado... Eso quiere decir que salgo con una... ¿estrella de rock o algo así? — escuchó a JiMin reír cortamente, avergonzado.

Claro que no. Solo soy yo, YoonGi. No hay estrellas aquí.

No seas tan modesto, JiMin. Brillas más que una.

Un sonrojo furioso acudió a las suaves mejillas del castaño cuando escuchó a la aterciopelada voz de su novio, ronronear. Aún en medio de la oscuridad, escondió la cabeza bajo la almohada un instante, mientras agitaba los pies golpeando suavemente el colchón con estos. Solía llamar a YoonGi cada noche antes de dormir.

—¡No digas cosas como esas! — reclamó.

YoonGi agachó la mirada ligeramente avergonzado. Era mucho más tímido con JiMin en frente, pero no era tan complicado por teléfono.

Está bien. — susurró. — Seré bueno, lo prometo.

Bien. — sonrió JiMin en medio de las almohadas. — Será una especie de festival, fuimos escogidos solo tres alumnos de la universidad, y... es mucha gente, YoonGi.

You're beautiful│Yoonmin.Where stories live. Discover now