You're beautiful│Yoonmin.

IX

— ¿JiMin? — llamó empujando la puerta suavemente.

El castaño aguardaba con unos pantalones blancos gruesos y un gran sweater de lana color camello.

— No es necesario que duerma aquí. — Repuso sentado en la cama — Puedo ir al sofá.

— No, no es eso — sonrió YoonGi — te traje esto.

El pelinegro caminó hacia él, Jimin soltó una risita.

— ¿Qué? — inquirió YoonGi deteniéndose.

— ¿Es kumamon?

Llevaba un pantalón y un sweater grueso y negro con la carita del personaje en la parte delantera.

— Me gusta. — confesó sonrojándose.

— ¡Pero si se ve muy tonto! — rió por primera vez el castaño.

— ¡Por eso me gusta! Olvida mi pijama — levantó una de sus manos — traje esto para tu... — su índice señalando la piel de su pómulo — uh... mejilla... ayudará con la inflamación y eso.

— Gracias. — susurró significativamente el castaño.

— Deja... — murmuró el pálido desenroscando el pequeño chisguete de crema — ...Deja que te ayude, ¿sí?

JiMin asintió, permitiéndole sentarse en el borde de la cama frente a él.

— Veamos esto... ven aquí...  — murmuró sujetando entre una de sus manos el delicado mentón. JiMin miró fijamente los ojos plateados, YoonGi se perdió un momento en ellos. — Ah... Se ve... mejor de hecho... que la última vez que te vi... ¿Duele? — el pelinegro dejó el pequeño tubo de crema sobre la cama y su mano, ahora libre, ejerció algo de presión sobre la piel amoreteada. Las manos del castaño se aferraron al cubrecama mientras sus ojos se cerraban fuertemente, un siseo fue retenido entre sus labios. — Ya veo. Lo lamento... Esto ayudará, de verdad.

JiMin asintió.

YoonGi esparció suavemente sobre la mejilla la fría pomada, sus pálidos dedos índice y anular acariciaron con lentitud la piel del pómulo. Las cejas oscuras se fruncieron ligeramente ante la sensación cálida que comenzaba a expandirse en su pecho, ocasionando uno que otro latido desesperando.

— Ya... está — susurró sintiéndose nervioso de repente — Me iré ahora — habló señalando la puerta — para que puedas dormir.

YoonGí estuvo a punto de levantarse, pero JiMin lo sujetó de la manga del pijama, deteniéndolo.

— YoonGi hyung. — Llamó en voz baja.

— ¿Sí? — susurró en respuesta.

El castaño mordía ansiosamente su labio inferior, YoonGi desvió la mirada del gesto con rapidez.

— Yo...  — las cejas castañas se crisparon apenas, los ojos café miraron fijamente el piso de madera —  crees que podrías... ver... uh... mi espalda. — murmuró apenas audible con un suave sonrojo colándose en sus mejillas.