You're beautiful│Yoonmin.

XIV

— Vas a hacerle un agujero a la pared si sigues mirando el reloj así — habló el moreno desde el otro lado de un escaparate en el que ordenaba los libros. — De verdad, YoonGi. Mirar eso no hará que el tiempo avance más deprisa.

YoonGi frunció el ceño ofendido.

— ¡Ni siquiera estaba mi-

— No te atrevas a decirme que no estabas mirando el reloj Min YoonGi. Llevas viéndolo las últimas seis horas.

— Oh — rodó los ojos — déjame en paz, Namjoon. — Murmuró conteniendo la sonrisa.

— Ajá. — El castaño elevó las cejas en una mueca sugestiva y dos pequeños hoyuelos aparecieron en sus mejillas cuando sonrió — ¿Tienes una cita o algo así?

El pelinegro se encogió de hombros.

— No... no realmente... cenaré con... alguien.

— Si tú lo dices YoonGi... igual quiero que quede claro que esa cosa no se ve muy seguido por aquí. — Habló señalando el rostro del pálido.

— ¿A qué te refieres con eso de "esa cosa"? — puchereó.

— Eso... esa, cosa... — señaló el moreno – en tu boca... esa mueca extraña.

— Eres un idiota. — Rio YoonGi.

Namjoon negó con la cabeza, mientras sus ojos se enfocaban nuevamente en los títulos que estaba acomodando en el escaparate.

— ¿Kim Namjoon?

YoonGi levantó la mirada del catálogo de libros que se encontraba revisando cuando escuchó el nombre de su amigo, solo para encontrarse al castaño de bonitos hoyuelos, asintiendo embobado. Frente a él, había un joven alto y castaño, de facciones suaves y hombros anchos, mostraba lo que parecía una pequeña sonrisa insegura, cuando levantó una tablilla de madera con unas hojas engrapadas y se las pasó al moreno.

— Yah..., que cálido se está aquí dentro, ¿eh? – susurro quitándose el enorme abrigo azul marino – Gracias al cielo no me he confundido. Es mi primer día en esto... el señor Choi dejó esta entrega para hoy — explicó. Los ojitos felinos de YoonGi viajaron con rapidez al logo en la camiseta blanca — necesito su firma justo ahí... no ahí no... — rio. NamJoon observaba algo intimidado al apuesto castaño, quien con rapidez se había situado mucho más cerca de él – ve, justo ahí. En esa línea.

— Cl-claro. — Sonrió el moreno. — Aquí tiene.

— Dejaré las cajas atrás. — Asintió.

— Si, déjeme ayudarle.

— ¡Aguarde! — gritó YoonGi. El joven se giró hacia él.

— ¿Sí?

— ¿Son muchas cajas?

— Diez... — La boca de YoonGi se abrió sorprendida — dice... espere un momento... — Seokjin revisó uno de los papeles y leyó — Al parecer son ejemplares originales, y requieren ser ordenados de inmediato.

— Uh... bueno... gracias. — Seokjin asintió y se retiró con Namjoon siguiéndole a poca distancia.

YoonGi suspiró pesadamente mientras se dirigía a la trastienda a revisar las cajas y hacer el inventario para comenzar a reordenarlas.