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-¡Tienes que ver lo hermoso que es!-dijo el pelinegro a su amigo.

- Yoongi solo es un chico cualquiera, no creo que sea tan increíble.

Yoongi puso los ojos en blanco.

- Si mañana aparece te juro que te lo voy a presentar y te vas a tragar tus palabras imbécil.

-Ajá, sí...sí claro, Yoongi.

- ¿Qué estás haciendo?

-.Nada.

- Te juro que si te estas masturbando mientras hablamos te partiré la nariz.

- No estoy viendo porno, sólo videos de muñequitas de anime en ropa interior.

- ¡Hijo de puta! Eres un asqueroso.

- ¡Ay! como si nunca te hubieras pajeado aún en la casa de tu abuelita.

-Sí, pero al menos no lo hago hablando contigo, buack-dijo el mayor colgando el celular.

El mayor sabía que él hacía cosas peores, pero masturbarse escuchando a su amigo era totalmente asqueroso, no es como si nunca se hubieran besado borrachos o dormido juntos, pero solo eso "dormir" literal.

"Maldita rata asquerosa"-pensó.

Volvió a tomar su celular para llamar a Laura.

El celular sonó dos veces hasta que fué contestado.

- Hola Yoongi, no me digas que quieres venir a mi casa de nuevo-soltó su compañera del otro lado de manera pícara.

-No ¡Claro que no! Sólo quiero saber si tienes los apuntes del profesor Choe, me salí en esa clase, no los tengo y dicen que va aser una tesis de eso.

- Claro que los tengo, pero vamos no te hagas se que te hago falta, o ¿No te gustó como te la chupé?

Yoongi puso los ojos en blanco.

"Esta mujer es insaciable"- Se dijo a sí mismo.

- Solo quiero los apuntes, Laura. Cuando yo quiera verte te lo diré.

- Eso espero, bonito. Llámame cuando quieras ya sabes mi numero. Te doy los apuntes mañana ¿Está bien?

- Gracias, Laura. Ten una linda noche.

-Lo mismo digo, porque soñaré con tu polla dentro de mi vagina - una carcajada sale de los labios de Laura que hace a Yoongi colgar.

El pelinegro no podía negar que la chica se la rifaba con satisfacer necesidades, pero su mente no pensaba en eso, ahora su mente estaba totalmente ocupada en aquel castaño de la biblioteca.

"Jungkook...mañana le diré que es el ángel más bello que mis ojos han visto"- un suspiro salió de su boca una mirada embobada se formó en sus ojos para recostarse en su cama y perderse en sus más profundos sueños.








Yoongi salía de su casa después de despedirse de su tía, se encontró como todos los días con Hoseok esperando por él para ir a la escuela.

Chocaron los puños y se dedicaron a caminar pues si se distraian llegarían tarde.

-¿Ya desayunaste?-preguntó el mayor

- Sí ¿Cómo lo sabes?

-Pues porque aún veo mermelada de uva en la esquina de tu labio, mira ahí -dijo Yoongi, cuando Hoseok bajó la mirada, Yoongi subió su mano para picar el ojo del castaño.

Hoseok soltó un quejido de dolor, armando su puño.

-¡Imbecil! Te voy a matar.

- Atrápame si puedes -soltó el mayor corriendo para que Hoseok lo siguiera, éste se echo a correr con mucha velocidad, lanzando gritos con groserías al mayor, el pelinegro sólo reía mientras avanzaba en el camino.

Yoongi se paró al ver a unos metros los de tercero.

Hoseok topó con la mochila del mayor dando fuertes puñetazos, al ver que el mayor ni siquiera se enmutaba caminó hasta ver lo que el mayor veía, al darse cuenta que eran los de tercero se quedó mirando también.

Los de tercero se acercaron a ellos con sonrisas malvadas.

-Vaya, vaya, pero miren a quién tenemos aquí, al fantasma pálido y su amigo cara de rata.

- Cállense, imbeciles cobardes, por su culpa estamos castigados, al menos nosotros aceptamos nuestros errores y no salimos corriendo como gallinas -escupió molesto Yoongi.

- ¿Qué dijiste imbecil?!-Soltó molesto uno de los de tercero- Sehun, Xuimin demuestrenles quien manda a estos niñitos mimados de segundo.

Los de tercero se acercaron a los amigos, Yoongi y Hoseok intentaron defenderse al propinar fuertes puñetazos en los rostros de sus contrincantes pero al ser mayor la cantidad de los de tercero los que quedaron en el suelo golpeados y adoloridos fueron ellos.

- Eso es para que aprendan que con nosotros no se juega -dijo uno de los mayores para darse la vuelta y retirarse.

Hoseok y Yoongi apenas podían levantarse, sus costillas dolían y sus labios sangraban.

El castaño se levantó como pudo para ayudara su amigo, empezaron a caminar lento hasta llegar a la escuela, todos los veían más nadie hacia nada por ayudarlos pues ya sabían la reputación de ambos, las peleas y problemas eran lo suyo.

Al ingresar al salón Laura se acercó a Yoongi con cara de susto.

- ¡Yoongi, mierda!¿Qué te pasó?

- Los de tercero -respondió despacio sentándose en su pupitre.

Laura movió su cabeza en forma de negación sacando un pañuelo de su cosmetiquera para empezar a limpiar las heridas de ambos.

- Ven, te voy a poner un poco de maquillaje, si algún profesor te ve así te van a llevar a la dirección y van a tener que llamar a tu tía.

-¡No! Mi tía no.

- Por eso los voy a maquillar, tontos- una sonrisa tierna se formó en los labios rojos de laura jalando a Yoongi para cubrirle las heridas más visibles.

Yoongi sabía que aunque Laura fuera un poco fastidiosa e irritante, así se preocupaba por él también.

 










Yoongi se dirigía con Hoseok que la biblioteca con una gran sonrisa en sus labios emocionado por querer ver al castaño.

Hoseok se fue a su estante pendiente para acomodar los libros mientras Yoongi se sentaba en el despacho.

Una hora pasó y el castaño no aparecía.

Dos horas y el castaño no parecía.

Tres horas y el castaño no aparecía.

Hacía falta media hora para cerrar la biblioteca y la señorita Lee les había dicho que se fueran.

Yoongi y Hoseok esperaban fuera de la biblioteca.

Pasaron los treinta minutos un suspiro salió de los labios del pelinegro al sentirse como todo un miserable y estúpido.

- Al parecer tu príncipe no existe-dijo el rubio en forma de burla.

Hubo un instante en el que el mayor pensó que quizá todo había sido un sueño pero lo descartó al negar rotundamente que ese chico era real, aun recordaba esa hermosa sonrisa y su voz tan angelical.

-Es real, él existe ¿Me oíste, imbécil?

- Ajá -respondió el rubio con una sonrisa malvada.

Ambos se echaron a caminar de nuevo a sus casas.

Yoongi sentía un dolor fuerte en su corazón deseando que no fuera un sueño, la esperanza de volverlo a ver y confesarle sus sentimientos lo carcomía.








Memories •  [Yoonkook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora