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Rojo fue el color que se tornó la mejilla de Yoongi cuando su tía Mahi dio una bofetada en su rostro.

- ¿Qué te he dicho de venir tarde?

El pelinegro sobó su mejilla por instinto al sentir el ardor provenir de ella, se sentía absordo ya que eran pocas veces que su tía había llegado hasta cierto punto, rápidamente dedujo que posiblemente ella estuviera tensa por haber peleado con su papá o quien sabe que otra cosa.

- Tía Mahi solo fui a comer un helado con un amigo.

-Ajá ¿Y se supone que esperas que me trague ese cuento barato? Sube a tu habitación, este día no saldrás, dentro de unos minutos subiré y te diré tu castigo, mientras tanto ve preparando tu ropa, esta noche saldremos los tres con tu padre.

El pelinegro solo asintió, aún con la mano en su mejilla.

Cuando Yoongi estaba pequeño y se dio cuenta la razón por la que sus padres se separaron, empezó a sentir un pequeño odio convertido en capullo por su tía mediante fueron pasando los años cada día sentía que ese capullo ya se estaba convirtiendo en flor y esperaba con ancias cumplir los dieciocho, trabajar y salir al fin de esa maldita cárcel a la cual llamaba hogar.

Caminó escaleras arriba, hasta llegar a su habitación, puso su mochila en su silla de cosas amontonadas y se dispuso a despojarse de su ropa, la cambió por una limpia y seguidamente empezó a buscar su traje de noche.

Después de terminar con todo, se recostó en su cama, una sonrisa boba se formó en sus labios al recordar a Jungkook, su situación con su familia lo había hecho olvidarse de lo único bueno que tenía en su vida entre ellos,su madre, sus amigos y obviamente el rubio.

Aun podía recordar esa vocecita melodiosa pidiéndole que lo besara más y más, lastimosamente estaban en un lugar público de no se así Yoongi no se hubiera contenido y hubiera dejado besos en casa centímetro de Jungkook.

"Jungkook será que algún día me darás tu número?

Unos toques en su puerta lo sacaron de sus pensamientos, levantándose para ir abrirle a su tía, ésta entró como siempre con paso altivo, Yoongi ya sentía que aquello no le afectaba,ntenía tanto tiempo viviendo con ella que eso era muy común.

- Quiero que bajes almorzar, luego laves los trastos, y bajarás al sótano a limpiar y ordenar, allá abajo es un chiquero y quien mejor que una rata como tú para limpiar
,¿Entendido?

-Sí, tía Mahi.

-Muy bien, baja ahora mismo, yo iré a darme un baño, y luego saldré al salón de belleza, este día tengo que verme más hermosa de lo normal -dijo para darse la vuelta con una gran sonrisa.

Minutos después solo se escuchó el portazo indicando que su tía había salido, el pelinegro dió un suspiro por lo alto, al fin se sentía libre aunque estuviera encerrado.

Yoongi bajó a comer para después lavar los trastos, buscó su celular en su bolsillo tracero conectando los auriculares, puso una canción de su agrado y bajó al sótano, encendió la luz ya que era un lugar muy oscuro, como si fuera una escena de película las gradas rechinan cuando bajaba y las ratas salían a esconderse cuando el pálido hacía presencia, Yoongi dibujó una sonrisa en sus labios, talvez podían atacarlo de loco, pero sentía que su sótano sería un lugar seguro para el fin del mundo y un ataque de zombies, talvez las películas lo estaban afectando mucho, pero tenía diecisiete años no se le podía juzgar a un chico pensar esa cosas o ¿Sí?

Tomó las cajas metiendo un montón de papeles que estaban desordenados para meterlas en las en estas,cuando estaba ordenando las los dichosos papeles encontró un pequeño diario que su madre le había regalado antes de irse, abrió la boca frunciendo su ceño, al ver que en la caja estaban unas fotos suyas de pequeño, un yoyo y algunas pertenencias más, tomó la caja y la puso en las gradas para no olvidarla cuando saliera de ahí, mediante toda la tarde limpió, barrió, recogió cosas, etc, salió del sótano con la caja en sus manos viendo la hora, ya casi era hora de que su padre supuestamente llagara. Subió a su habitación, en el pasillo se encontró a su tía quien lo vió con cara de desagrado, contuvo las ganas de reírse cuando la vió atada de sus cabellos con unos ganchos, se veía muy fea.

"Seguro estaba cerrado" pensó refiriéndose al salón de belleza.

-¿Qué me ves? Mejor ve a cambiarte pareces un cerdo sucio, tu padre llegará en cualquier momento y espero estés listo.-se acercó al manor lentamente viéndolo a los ojos- Y más te vale que no me hagas pasar un vergüenza en el restaurante porque si no ya sabes lo que te costará-dijo para darse la vuelta, tocando su cabello y un sonrisa malvada.

Yoongi caminó rápido a su cuarto, al menos sabía que hirían a un restaurante, aunque se culpaba así mismo como ser tan idiota y no pensarlo, era tan obvio ya que siempre iban a un restaurante, puso la caja en su estante después de sacudirla, se metió al baño para tomar una refrescante ducha, en eso si no mentía su tía, estaba demasiado sucio, debido al polvo y todo lo que se albergaba en el sótano, menos mal el era el que lavaba la ropa,sino hubiera tenido que aguantar otro sermón de su tía.

Restregó su cuerpo mediante las gotas de agua caían por su cuerpo, el jabón líquido con olor a manzana verde era su favorito, su shampo en su cabeza restregaba dando círculos con sus uñas, agradecía que al menos su padre no fuera una total mierda y no lo descuidara de sus cosas personales como sus materiales higiénicos, en su baño, siempre estaba un botiquín, shampoo, papel higiénico entre otras cosas más. El sabía que hasta cierto punto su viejo lo hacía por las apariencias, tampoco podía permitir que su hijo anduviera como un vagabundo.

Tal vez, su padre era un infiel, pero al menos no era descuidado.











Memories •  [Yoonkook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora