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-A ver ¿Quién te dijo que podías ser tan precioso? Ahora voy a tener que castigarlo, señor Jeon.

Jungkook sonrió tiernamente mientras Yoongi se acercaba a él de una manera lenta, puso sus manos en la cintura del castaño chocando sus labios, el beso fue placentero mediante los segundos pasaban más deseo mostraban.

- Perdón, me declaro culpable, arrésteme oficial Min.

- Muy bien, prepárense para su castigo.

Levantó la camisa del castaño despojándola de su cuerpo mientras hacía lo mismo con la suya, mientras el menor se acomodaba en la cama esperando a que Yoongi hiciera algún movimiento.

Yoongi se colocó entre las piernas de Jungkook observándo como si fuese una presa y él un lobo con hambre.

Jungkook podía sentir sea calidez que el pelinegro le brindaba mientras las manos grandes de Yoongi tocaban su piel, los sentimientos predominaban en el momento y sentía que su corazón borbardeba a mil por segundo.

Yoongi empezó a desabrochar el pantalón de Jungkook esperando a que no diera batalla pero para su fortuna este sólo asintió permitiendo que el mayor despojarla la prenda de su cuerpo, en ese momento sintió los bellitos de su piel erizarse y sentía tanta timidez de que estuviera tan expuesto 

Yoongi no podía negar que le gustaba que
el menor se sintiera de esa manera ya que le parecía una cosita tan tierna lo que lo hizo tomar las manos del castaño y ponerlas en su mejilla para bajarlas luego a su pecho haciendo que Jungkook sintiera como su corazón palpitaba.

El menor bajó sus manos hasta llegar a los pantalones de Yoongi, sentía ganas de quitárselos, pero su timidez le ganó.

-Puedes hacerlo -dijo suavemente- No tengas miedo.

Empezó a desabrochar el botón del pantalón -Está bien -sus mejillas se incendiaron.

Jungkook quitó los pantalones de Yoongi haciéndolo quedar sólo en bóxers, El pálido empezó a besar el abdomen de Jungkook con besos tiernos y ligeros, bajó a sus piernas acariciando cada centímetro de ellas, el pelinegro quería disfrutarlo, sentirlo era su mayor deseo y lo haría.

El mayor subió besando el vientre del castaño poco a poco repartía pequeños besos llenos de pasión y desenfreno hasta el cuello, mordió y chupó todo lo que quiso dejando marcas, Jungkook gemía ante tal acto.

Yoongi acarició los muslos del menor disfrutando de aquella piel lechosa y tan suave como Lana, deslizó las yemas de sus dedos en los glúteos de Jungkook apretando algo fuerte, sus respiraciones aumentaban mediante la excitación de sus cuerpos pidiendo cada vez más contacto,el mayor sentía como si la piel de Jungkook le hacía sentir tan bién como si de un elixir que daba vida se trataba.

-Eres tan hermoso...-susurró el mayor cerca del vientre del  castaño, su voz se había vuelto un poco más ronca de lo normal cosa que a Jungkook le encantó.

-Yoongi...-dijo Jungkook lanzando un gemido al aire.

Yoongi empezó nuevamente a recorrer el pecho de Jungkook hasta llegar a sus pezones, empezó a chuparlos de manera necesitada, pellizcó y mordió haciendo que el menor se retorciera bajo su cuerpo, Ambos sentían que eran el uno para el otro en esos momentos, no existía nadie más que ellos, sólo ellos en el lugar, casa y mundo correcto, el espacio era tan perfecto para el mayor, los gemidos de Jungkook eran como música para sus oídos.

El sonido de sus labios y las respiraciones entrecortadas se hacían presentes en la habitación, el sudor que recorría hacia un chasquido en el momento que volvieron a juntar sus labios dejando así sus cuerpos unidos, nuevamente los pectorales hacían fricción al igual que sus miembros rosándose en gran manera, cosa que los hacía excitarse cada vez más.

Se separaron buscando aire, y ambos se sonrojaron y se miraron de una manera enamorada, lo cual era como ambos se sentían.

- Yoongi-Dijo de manera baja el castaño observando frente a el al hombre pálido y de ojos gatunos que apreciaba y adoraba.

Yoongi se acercó a Jungkook mordiendo y chupando el ovulo de su oreja mientras este deslizó su dedo índice en el pecho de Yoongi hasta llegar a su pene, con su suave mano apretó un poco, moviéndolo de arriba hacia abajo por un segundo haciendo que Yoongi gruñera y gimiera con gusto.

El pelinegro tocó los cabellos de Jungkook sintiendo como éste volvió a tocar su miembro lo cual lo hacía querer saciar sus deseos de una manera salvaje pero estaba controlandose lo que lo hizo tomar la mano del menor suavemente.

-Si sigues así me voy a venir antes de tiempo.

- Entiendo -miró como Yoongi que separó de él.

Yoongi sonrió deslizándose hasta quedar cerca del pene de Jungkook.

El mayor tomó el miembro del rubio en sus manos, tocándolo suavemente hizo contacto con sus labios, Jungkook se sintió placenteamnte bien cuando aquellos labios rozaban la zona de su piel sensible, sentía sus piernas temblar cuando el éxtasis se apoderaba de su cuerpo, aquellos belfos acariciando su miembro parecían ser todo una obra de arte lo cual lo hacía llegar hacia el cielo, tocar y volver en un solo instante, los gemidos saliendo de su boca de una manera suave y precisa lo que solo daban a denotar su estado de emoción.

Mientras el menor movía sus caderas de arriba hacia abajo deslizando su pene en la boca del mayor, los dedos largos de Yoongi recorrieron su pecho hasta llegar a la boca de Jungkook llevándolos completamente de saliba al entrar y salir de ella.

Jungkook sentía que estaba apunto de saciarse cuando hizo un llamado a Yoongi el cual supo de que se trataba y quitó su boca de aquel miembro delicioso al igual que los dedos de la boca de menor.

Seguidamente se dispuso a continuar con la preparación metiendo un dedo en la entrada de Jungkook la cual se veía tan necesitada de ser llenada, continuó con otro dedo escuchando las pequeñas quejas del menor, siguió con el tercer dedo haciendo pequeños movimientos dentro de la zona.

-Yoongi...ah - lanzó un gritido, Yoongi puso su otra mano pellizcando los pezones de Jungkook.

-Eres tan precioso, precisamente ahora-dijo el mayor esbozando una sonrisa.

El pelinegro sacó los dedos del menor tomando su pene y rozando la punta en la entrada rosada y necesitaba que pronto sería saciada y llenada por el.

Se adentró en aquellas paredes húmedas y apretadas haciendo contacto con el olor que Jungkook desprendía lo hacía enloquecer, podía sentir lo caliente y el ardor del rubio, la pequeñas bienvenida en aquel lugar le satisfacía grandemente de una manera voraz.

Sus bocas se unían en besos apasionados y feroces mientras hacían espera a que Jungkook se acostumbrara al individuo dentro de su cuerpo.

El movimento de sus caderas empezó de manera suave haciéndolos sentir de una manera extasiada, sus cuerpos temblaban de manera que el ritmo aumentaba se demostraban cuanto se apreciaban, juntando sus manos y apretandolas en sentido de pertenencia.

-Yoongi-susurró el pequeño castaño cerca del odio contrario.

-Eres tan precioso Kookie, te ves realmente tan precioso que no tienes idea-se acercó al oído del castaño aún embistiendo con fuerza-Te amo Jungkook, se que soy un tonto pero te amo-susurró firmente mientras luchaba porque sus lágrimas no salieran de sus ojos.

Jungkook sentía su corazón detenerse, ignoró el ardor en su zona y se detuvo a admirar esa piel pálida y hermosa de Yoongi, el sudor de la frente hacia que sus cabellos negros se pegaran en su frente, los olores de sus cuerpos mezclándose entre sí al igual que sus fluidos.

Las estocadas continuaban cada vez más ligeras, Yoongi pudo encontrar la próstata de Jungkook haciéndolo llegar al máximo del placer, tocando su punto dulce, el castaño se corrió soltando un gemido ahogado a los oídos del mayor el cual se sintió incentivado por el haciéndolo venirse también, ambos terminaron, Jungkook en su vientre y Yoongi dentro de el.

El mayor salió de Jungkook lentamente, recostó su cuerpo recuperando el aliento y respirando más libremente, ambos se miraron tontamente como dos bobos enamorados, sus corazones latian sin parar mientras la luna los iluminaba haciendo que la noche fuera la más hermosa para los dos.





Memories •  [Yoonkook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora