A veces, solo debes seguir la corriente

507 32 2
                                    

Cuando Shidou abrió la puerta de la casa, al regresar del restaurante donde había desayunado con Mana, fue regañado por una Kotori preocupadísima por su querido onii-chan, pero claro, ella tenía las cintas blancas, así que pudo librarse fácilmente de ella, sin discusiones o golpes, como sucedía cuando ella estaba en modo "comandante".

Después de que Shidou pudo volver a la tranquilidad de su habitación, comenzó a pensar en lo afortunado que era al tener no una, sino dos hermanas menores, ¿por qué? Porque era amado. Puede que sus padres biológicos estén muertos y también es cierto que los actuales nunca estaban en casa, pero Shidou era dichoso de tener dos hermanitas que lo amarían hasta el fin del mundo y que, para cerrar con broche de oro, más de dos chicas lo amaran con tanto entusiasmo, aunque él no se daba del todo cuenta de ello.

Estaba pensando en sus relaciones con los espíritus, cuando Kotori entró a su cuarto, esta vez con sus cintas negras.

—Shidou.

—¿Qué pasa, Kotori?

—Tenemos trabajo que hacer, los niveles de amor de Tohka están algo bajos, no como siempre, toma. —Le lanzó un pequeño auricular de color rojo, ese accesorio ya era casi una parte del cuerpo para el sellador de espíritus, estaba demasiado acostumbrado a usarlo—. Es hora de empezar nuestra cita.

Shidou estaba acostumbrado a hacer citas solo cuando era necesario, asintió con la cabeza y se puso el auricular, pero pensando mejor en Tohka y las muchas veces en que ella había expresado sus sentimientos, le hizo reaccionar.

—Eh... Kotori.

—¿Qué pasa? ¿No entiendes lo que he dicho?

—No es eso. ¿Realmente tenemos que salir? Quisiera visitarla en los departamentos que les construiste con ayuda de Ratatoskr, tal vez Tohka está aburrida en ese lugar.

—Bueno, siempre y cuando los niveles suban, no importa lo que hagas, solo no lo arruines.

—Eso no lo permitiré, comandante —dijo con una sonrisa pícara, Kotori frunció el ceño ante su sarcasmo y sacó una chupa-chups para ponerla en su boca. Shidou se acercó a ella y le agarró el palito de la paleta—. Comandante, eso es malo para tu salud.

—Shidou, deja mi paleta en paz.

—Comandante, esa no es la forma de hablarle a tu hermano mayor.

—Shidou... —El aura de Kotori empezó a volverse agresiva pero el muchacho empezó a reírse y dejó la paleta para acariciar levemente la cabeza de su hermana, ella tenía una interrogante en la cabeza.

—Comandante, le saldrán arrugas si sigue así.

—¡Shidou!

—Lo siento, jajaja. Solo asegúrate de lavarte bien los dientes, porque no tengo idea de cuantas chupa-chups consumes al día.

—¡Siempre lo hago! Y además, eso no te importa.

—Sí, claro.

Shidou salió de la habitación mientras Kotori miró hacia otro lado con un leve disgusto, su hermano actuaba raro, es como si ya no tuviera miedo de que ella pudiera golpearlo por hacer alguna tontería. ¿Qué le había pasado a su hermano? No tenía ni idea, aunque ella era la razón detrás de todo esto, al menos en los sueños del joven, ella no lo sabría hasta después, pero eso es otra historia y debe ser contada en otra ocasión.

Continuando con Shidou, se encontraba cerca de los departamentos donde ahora vivían los espíritus, al menos Tohka y Yoshino vivían ahí, Miku no tuvo necesidad ya que tiene una gran mansión en la que dormir y hacer infinidad de cosas, de Kurumi ni idea de donde pase las noches, y el joven no quería pensar en eso.

Guía para enamorar a un espírituDonde viven las historias. Descúbrelo ahora