Guía para enamorar a un espíritu

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No soy bueno en el romance, pero lo intenté con todo, así que espero el esfuerzo haya valido la pena.

Disfruten y agradecería mucho saber su opinión.

La semana casi terminaba y durante ese tiempo, Satou no lo sintió pasar, de hecho, si no fuera porque en su celular tenía la fecha de hoy, no podría creer que ya hubiera pasado tanto si había hecho tan poco. Y aunque la semana fue normal para cualquiera, para el chico de cabello negro no; fue algo completamente nuevo y feliz, sobre todo esto último.

Las chicas se repartieron al muchacho, con siempre la supervisión de Reine desde Fraxinus para vigilar el estado emocional de Satou, no podían estar más aliviados de ver que subía cada día más hacia ellos, aunque nunca rebasaba el 70 por ciento.

Por parte de Mikael, les enseñaba a todos los espíritus a usar la energía espiritual de manera correcta, como causaron destrozos en el segundo día de entrenamiento, decidieron entrenar a las afueras. Fue complicado para ellas pero por lo menos ya sabían concentrar su energía en diversas partes del cuerpo, tanto así, que un golpe de Tohka podría ser la muerte si se lo proponía, aunque esto solo para la AST. Shidou aprendió más rápido que los demás y entrenaban poco ya que su maestro no podía forzar el cuerpo de Satou.

Todas querían aportar su granito de arena para ayudar al nuevo espíritu, él les estaba ayudando mucho, pues nunca se sabe cuándo requerirán de ser más fuertes, además de que Kotori estaba agradecida por toda la información que le contaba Mikael sobre los espíritus, aunque habían cosas que no podía contestarle ni él. Y siempre que conversaban los tres; Kotori, Reine y Mikael, tomaban una taza de café y comían pastel, la chica no dejaba de sorprenderse al ver que Mikael no sentía nada ni siquiera al comer pero no le disgustaba en lo más mínimo, aunque tampoco le gustaba, era muy raro.

Satou buscó llevarse lo mejor posible con las chicas, a pesar de que eran extrañas, lo hacían sentir cálido, tal vez era porque nunca había estado con nadie antes. El punto es que se le unió a Tohka, Yoshino y su marioneta para ver la novela romántica dramática que siempre veían, Satou no entendió nada pero estaba tan concentrado en ver la televisión, que no preguntó ninguna de sus dudas, más quien era cada personaje y que hacía. Y como Tohka era una hambrienta sin remedio, siempre había algo con que acompañar la hora de la novela.

Por otro lado, las gemelas Yamai también le pidieron que estuviera con ellas cada cierto tiempo de la semana, primero solo fueron a jugar a los videojuegos por pura diversión, ya que entre ellas había demasiado empate y como eran tan vagas en ciertas cosas, cuando jugaban con las demás, siempre ganaban. Ahora con Satou fue distinto, porque aunque él no recordaba mucho, sus manos tenían memoria, por lo que en solo dos días, llegó a ser tan bueno como ellas. Kotori les prestaba su consola portátil para que jugaran los tres, se divertían las dos ya que tenían que aunque no les ganaba del todo, lo seguía intentando. Por eso ya tenía una hora en la que jugaba con ellas, aunque en realidad eran dos. Satou veía con diversión a las gemelas porque eran completamente opuestos, pero se llevaba muy bien con Yuzuru, de hecho, a ella le pidió que le enseñara a jugar a escondidas de su hermana, ya que le recordaba mucho a Mikael debido a ser tan tranquila e inexpresiva.

Reine hizo todo el papeleo que tenía que hacer como tutora, también le dieron todos los documentos oficiales de Satou, por lo que fue recuperando el historial que tenía de anteriores escuelas, se los comentó a Kotori y los demás de la tripulación, sus padres no la tuvieron fácil. Ya que el chico había pedido soledad en su casa, ellos respetarían eso, por lo que él manejaría la tarjeta que le dieron a Reine para ir cobrando la pensión que daba el gobierno para que las personas como Satou, pudieran vivir del seguro de sus padres. Kannazuki y Reine le enseñaron a ser independiente, a pesar que solo tenía 14 años de edad y que pronto sería su cumpleaños, le dieron todo el conocimiento esencial para subsistir; desde cómo escoger bien las verduras en mejor estado hasta lo más difícil, que era administrar el dinero para que le rindiera el mes.