Cнαρтєr єℓєνєn | ¿Mi ángel guardián?, Claro - ♡

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Siento un inmenso dolor en la cabeza, no sé dónde estoy y con quién, es como estar en un estado de inconsciencia pero también me encuentro confundida porque mis ojos parecen ver algo que no tiene sentido alguno, se que los últimos hechos a mi alrededor pueden haberme aturdido pero no creo a tal punto de hacerme ver cosas que claramente no existen.

Nunca he creído en seres mitológicos, solo son fantasías inventadas por los autores de libros infantiles, es como creer en princesas o el hada de los dientes.

Pero aun asi decido asimilar a lo que se encuentra frente a mis ojos, un chico mayor que Yo, alto y aparentemente humano pero si miras fijamente cada facción encuentras las diferencias, sus ojos son de colores distintos se que hay personas que tienen esa condición, sus facciones, casi puedo jurar que han sido talladas, sus manos grandes y gran parte de él parece resplandecer, su color de piel no es algo similar que haya visto antes, sin embargo lo que realmente me hace confirmar que no es humano, son las grandes alas que tiene en su espaldar.

Ahora pienso en los hechos, Él me salvo y no creo que haya sido una casualidad, lo veo recostado en el vidrio de mi ventana y mientras he analizado todo esto en mi mente e intentado llamar su atención desde que llegamos aquí peor solo he recibido el silencio de su parte y aunque acercarme a él me aterra, si me decidiera hacerlo sería muy difícil ya que me encuentro a 5 metros de él atrapada mi cama o no se como se le pueda llamar, porque no veo algo con que me sujete es solo que no puedo ir a ningún lado.

La idea de que fuese un sueño se me cruzo desde que sentí como levantaba con sus enormes alas pero durante el camino hacia aquí, peñizque mi mano y mi mejilla pero aparte de causarme un dolor y dejar una marca no paso nada más.

Intento moverme a pesar que se que es envano, agitó mi cabeza haciendo que genere un ruido al chocar con el colchón  mi cama.

- Es tu idea de lastimarte? - pregunta sarcástico- Aun así es molesto así que deja de hacerlo.

De pronto una idea se me cruza y me veo tomar un mechón de mi cabello y tirar de el, se que quizás  es lo más tonto pero si así conseguiré que me hable, lo haré.

Aparece en cuestión de segundos y sujeta mi mano - Detente o ataré tus manos - dice y seguido suelta mi muñeca.

Repito mi acción y añado un pequeño grito de dolor, me mira y se acerca nuevamente

- ¿Qué planeas, pequeña humana? - dice - Quieres hacer otro intento de suicidio fallido? - lo último le hace sonreír de manera burlesca

- Deshaz esto, quieres? - imite su tono de voz

- Lo haré, pero vuelve a lastimarte y te amarro la lengua también-  su amenaza me da miedo, así que solo asiento una y otra vez.

- Y bien, entonces esto es real y tu eres un ángel verdad? - decido dirigirme a él una vez más.

Asiente sin mirarme. - Se supone que son mitos - digo para mi misma pero en voz alta.

- Pues supones mal - se señaló a sí mismo

Pienso en acercarme hacia Él pero el miedo de no saber como reaccionará me mantiene en mi lugar, no me dañaría o solo quiere evitar que Yo me dañe. Podría ser un farsante pero las alas no parecen de utileria así que eso es un punto a su favor.

- Entonces cualquier criatura mitológica existe? - pregunté

Dio un largo suspiro de aburrimiento y volteo los ojos hacia Mi.

- Todo es real- dijo con una sonrisa, la misma que ya empezaba a molestarme.

- Entonces los vampiros son reales? - lamente haber hecho esa pregunta en cuanto salio de mi boca, pero vamos, si ellos son reales, quizá la autora de crepúsculo vio algo.

Soltó una molesta risa y se giro completamente su cuerpo

- Ahora preguntarás si el hada de los dientes es real? No es amiga cercana asi que no te podré hacer ese favor - toda la ironía en su respuesta empezaba a molestarme.

Rodee los ojos - Si fueras una persona como Yo y alguien se te aparece, en la situación que sea y te asegura que es un ángel ¿Creerías en esa persona? - sentí que había dicho algo coherente

- Pues, si salvo mi vida - me mira a Mi - Y si es quien dice ser, mantendria mi boca callada, por que no se que tanta paciencia tenga - Sonrió y se volvió a su posición.

- Tu apariencia, quitando las alas - dije - Es como la de un chico de mi edad más o menos - niega un par de veces con su cabeza

- Es como soy - dijo - Esperabas una aureola y una túnica?

- Pues esperaba más que un jean negro y sudadera así luces como alguien de mi universidad

- La ropa es cómoda, quizá es lo único bueno que invento tu raza- dijo sin mucha importancia- Ahora dejarás el interrogatorio?

- Dime tu edad - demando - 200 años - me responde como si eso significara 20 años.

Es obvio que mi cara no puede ser otra que la de asombro - Y tu cuantos? - pregunta con esa ironía que empieza a ser costumbre

- Entonces supongo que eres inmortal, eso explica que parezcas tan joven - digo para Mi - Entonces hay más como Tu, supongo

- Bueno, no como Yo - dijo con cierto desdén en sus palabras - tienes mucha suerte que sea tu ángel, Chenoa.

- El sepas mi nombre y que seas... - sentí algo de pena decirlo en voz alta - Mi ángel, quiere decir que sabes mucho sobre mi?

- No diría que mucho, todo - dijo tras una corta pausa de drama - Se porque tomas cada decisión, incluso la que me trajo hasta aquí.

Por un momento ese recuerdo pareció desvanecerse de mi.

- Quise matarme, En que rayos estaba pensando - me escuché pensar en voz alta

- Los humanos no piensan, ese es el problema - le oí decir

Quizá es verdad, aunque siento que pensé mucho, pero me encontraba, me encuentro en el límite de todo y pensé que quizá eso, fui una estúpida.

Es solo que el ver como mis miedos se volvían realidad, sentí como me encontraba atrapada en una pequeña habitación y deje mi juicio a un lado, solo podía pensar que nada volvería a ser como antes y odiaba eso, no quería estar aquí. No pensé en nadie esa es la verdad, ni en mi familia o en mis amigos, todo paso a segundo plano, nada importaba solo quería dejar de sentir dolor.

No me culpo, porque no fui Yo quien me llevo a este punto, pero debí pensar en que no era la salida y nunca lo hubiera sido, no soy ni seré la última que piensa en esto y que quizá logro hacerlo realidad. Pero esto me abrió las puertas a un mundo que solo creía realidad en los libros o películas, esto cambia absolutamente todo, el mundo que conocí ya no será el veo ahora ante mi.

Solo quería descansar y dejar que el día de mañana llegará lo más pronto posible, tomaría un baño y dormiría.

Pero no con Él aquí.

- Agradezco que salvarás mi vida - llamé su atención luego de quedarme en trance- Puedes irte.

- Número 1 - dijo sin ningún anticipo- No me dices que hacer- y número 2 me quedaré aquí contigo

Lo que dice me parece estúpido así que me río, pero el tono en su voz y su mirada me confirman que no es una broma de mal gusto.

- No puedes hablar enserió- digo - Debes regresar a tu mundo allá arriba- señaló.

Supongo que ahí es su cielo.

- Te dije que no me das órdenes - me señaló- Cometiste un grave error, el mayor que pueda existir intentar acabar con tu vida. Entonces me diste a mi - se señaló- tu ángel guardián una tarea y es que debo quedarme contigo al menos 3 meses para asegurarme que no vuelvas a hacerlo - escuche sus palabras y quería protestar pero él siguió- Por que si lo hicieses de nuevo, irías al infierno y Yo sería castigado por no cumplir con mi misión- pareció terminar - Así que no quiero oír más, Puedes dormir o lo que sea.

Mierda!

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