Capítulo 15 | La Zona Subterránea

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Clemence Evans

-:-- am ~ SAB 21/11/2037 ~ Zona Desértica.

Estaba cayendo sin parar, sintiendo la total ingravidez, pensando que en definitiva, este sería mi fin... No. No podía terminar así, de una forma tan patética.

A duras penas, logré agarrarme de una roca con una mano, pero no podría aguantar mucho. Me sentía débil, estaba aturdida y algo mareada, el veneno ciertamente había hecho efecto. Lo único que me reconfortaba ahora mismo, era que seguía viva, de haber sido un veneno mortal, probablemente ya sería un cadáver inerte.

Mis dedos comenzaban a resbalarse, mientras desesperadamente me aferraba para no caerme, trataba de impulsarme con todas mis fuerzas, pero mi brazo izquierdo, entumecido de dolor, apenas respondía a estas alturas, y estaba demasiado débil como para siquiera intentar impulsarme con mi otro brazo.

Estaba realmente frustrada, desesperada, porque tenía toda la fuerza de voluntad del mundo para seguir luchando, para intentarlo... Pero, mi cuerpo no reaccionaba. Eventualmente, mis dedos cedieron a la gravedad, la cual comenzó a tirar de mi hacia abajo.

Estaba empezando a caer, pero, justo cuando pensaba que todo estaba perdido, sentí una mano que me agarró del brazo derecho en el último segundo, impidiendo que cayese al vacío, salvando mi vida.

—Eso estuvo muy cerca... —dijo una voz que reconocí inmediatamente por su característico acento ruso— ¿No crees?

—¿Lukas? —inquirí, sorprendida. Mi visión estaba nublada, y estaba bastante oscuro aquí abajo, por lo que no podía detallar su rostro con claridad.

—El mismo —dijo mientras me ayudaba a subir, pude distinguir una sonrisa en su rostro.

—Tienes suerte de que me encontrase por aquí, estuve a punto de tomar el otro camino, pero... —Lukas hizo una pausa— Algo me decía que tenía que venir por aq... ¿Estás bien? Tu brazo está sangrando un poco.

—No, estoy muy bien que digamos, una serpiente logró morderme... Estábamos rodeados, eran demasiados mutantes...

—Espera... ¿Estábamos? —Lukas hizo una pausa— ¿Estabas con los chicos?

—Sí, estábamos todos los siete, además también conocimos a un chico llamado Maxim... —Hice una pausa, me senté en el suelo, recostándome de una de las paredes, y entonces le conté resumidamente todo lo que pasó allá arriba— Y bueno, ellos no tuvieron más opción que escapar.

—Vaya, salieron a duras penas de esa... ¿Todos están bien?

—Sí.... —asentí— Sanos y salvos.

—Que alivio... —Lukas tomó un sorbo de su botella de agua— Si quieres descansamos un poco hasta que te encuentres mej...

—No, andando, estoy bien... —dije con seguridad, levantándome débilmente— El veneno no es mortal.

—¿Segu...? —Lukas iba a preguntar, pero lo interrumpí.

—Te dije que sí. Andando.

—Bueno, pero no te alteres... —dijo Lukas por lo bajo.

Comenzamos a caminar a través de esta red de túneles que nacían del gran cañón. Según Lukas, éste se extendía por gran parte del territorio. Él estuvo explorando el lugar para ver si encontraba algo, aunque de momento no había encontrado nada más que suministros, y de vez en cuando algún que otro mutante merodeando por los túneles.

—¿Cómo llegaste hasta aquí? —pregunté.

—Bueno, luego de salir de la cápsula del inicio comencé a explorar la Sección 21, encontré mis primeras armas, algunos suministros y varios mutantes. Eventualmente, encontré la salida, y me encontré con el desierto. Luego de un par de días me encontré con esta pirámide inmensa, así que decidí entrar. Estuve explorándola por varias horas, hasta que me topé con unos túneles en el subterráneo, los cuales me llevaron hasta aquí... —Lukas hizo una pausa— He estado explorándolos desde entonces, hasta que me encontré contigo.

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