-:-- pm ~ LUN 16/11/2037 ~ En Algún Lugar.
El puente había comenzado a derrumbarse. Corrí hacia adelante rápidamente, tratando de recorrer los últimos metros del trayecto antes de que el puente se desprendiese por completo, pero era algo imposible, definitivamente no iba a lograrlo.
«¿Este será mi fin?»
El puente comenzó a caer, como pude me aferré a una de las tablas de madera, por un instante, todo pareció transcurrir con lentitud, en cámara lenta. El puente chocó con el muro, yo me llevé una leve contusión en la cabeza. El carcaj de deslizó desde mi hombro hacia el brazo, ocasionando que dos flechas cayesen al vacío. Como pude, acomodé el carcaj y escalé el puente, que había quedado reducido a unas escaleras de mano. Una de las tablas de madera se rompió, ocasionado que casi me cayese al vacío por segunda vez. Con dificultad, pude llegar a la cima, en donde exhalé una gran bocanada de aire luego de tirarme en el suelo a descansar un poco, mi vista aún estaba ligeramente nublada por el golpe que había recibido en la cabeza.
«Eso estuvo cerca»
Me incorporé mientras pasaba una mano por mi frente, limpiándome el sudor y la sangre que había emanado de mi reciente herida. Saqué una botella de agua del bolso y empecé a tomar el agua como si no me hubiese hidratado en semanas, me tomé la mitad de la botella sin preocupación, aún tenía otras siete botellas llenas aparte de esta. Continué avanzando hasta que pude observar el final de esta sala del puente, había otro pasillo que llevaba a la siguiente sala amplia. Mientras caminaba por el pasillo, decidí sacar una de las dagas, por si había algún otro mutante aguardando en la siguiente habitación. Caminé sigilosamente, mientras observaba con detenimiento en todas las direcciones, pero sólo lograba observar niebla.
Eventualmente, pude escuchar múltiples aleteos haciendo eco por toda la sala, guardé la daga rápidamente y saqué el arco, preparé una de mis ocho flechas restantes y apunté hacia arriba. Un ave extraña salió volando hacia mí, le disparé la flecha, atravesando una de sus alas, ocasionando que cayese hacia el suelo. Corrí hacia ella y le di el golpe final con una de las dagas, luego recuperé la flecha. Observé el cadáver detalladamente, aquella extraña ave era como una especie de mezcla de un águila real y un cuervo, con el pico un poco más grande. Recogí la flecha que había usado y me preparé para enfrentar a las otras aves, la niebla no me permitía ver exactamente cuántas eran. Dos aves emergieron de la densa capa de niebla, le disparé a una de ellas, tumbándola al instante; luego tuve que esquivar la acometida de la segunda ave, disparando una flecha que la criatura alada esquivó ágilmente. Mientras el ave daba la vuelta para volver a encararme, disparé una flecha que logró derribarla al instante.
Cuando pensaba que todo había terminado, cinco de esas aves salieron al mismo tiempo de aquella densa capa de niebla que cubría el techo de la estancia, tenía que dispararles a todas sin fallar, o podría encontrarme en graves problemas. Dos de las criaturas aladas se aproximaban desde ambos lados, le disparé a la más cercana, la flecha impactó en el cuerpo, derribándola al instante. Lo más rápido que pude, le disparé a la otra, la cual se había acercado demasiado a mí, la flecha atravesó su cabeza, el ave cayó a un par de metros de donde me encontraba.
Las tres aves restantes comenzaron a dar vueltas en círculos encima de mí. Estaba tratando de apuntarles, pero se movían demasiado rápido como para siquiera intentar acertar. Disparé una flecha que falló terriblemente, seguida de otra flecha que impactó justo en el ala izquierda de una de las aves. Las dos aves restantes descendieron en picada hacia a mí, con la intención de atacarme con sus garras, derribé una de ellas con la última flecha que tenía, pero la otra siguió bajando en picado. Cubrí mi rostro con uno de mis brazos y saqué una de las dagas con el otro, el ave, me hizo rasguños leves en el brazo, luego trató de arrancarme un tajo de piel con su pico. Logré herirla en una de sus alas, pero aun así alzó el vuelo, aunque de una forma irregular. El ave desapareció entre la niebla. Rápidamente fui a recoger una de las flechas que estaba en el cadáver de una de esas aberraciones, y me preparé para dispararle apenas volviese a aparecer. Escuché el aleteo a mis espaldas y me volteé lo más rápido que pude, el ave descendía una vez más en picado para atacarme, pero no logró ni siquiera acercárseme debido a la flecha que había atravesó su cráneo. El águila-cuervo se desplomó, expulsando sangre oscura de su herida. Pude recuperar cinco de las ocho flechas que utilicé contra las aves; entonces, continué avanzando hacia el final de la sala. En medio de la habitación, había un baúl que contenía una botella de agua, diez flechas más, varios cartuchos estándares de municiones para armas, una granada explosiva y dos duraznos.
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Experiment 407b
Science-Fiction¿No es increíble como la vida es una cosa y luego, en un instante, se convierte en otra? Saga Experiment - Libro #1: Experiment 407b. Matthew Walker es un chico normal que asiste a la universidad. Todo en su vida era bastante normal. Al menos, todo...